Crecer, pero dejando crecer [Dando todo, no ayuda crecer…] El sabio le encargó al discípulo que cuidara del campo de arroz. El primer año, el discípulo vigiló que nunca faltara el agua necesaria. El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena. El segundo año, el discípulo tuvo la idea de añadir un poco de fertilizante. El arroz creció rápido y la cosecha fue mayor. El tercer año, colocó más fertilizante. La cosecha fue aún mayor, pero el arroz nació pequeño y sin brillo. El sabio le dijo: - Si sigues aumentando la cantidad de abono, la cosecha del año que viene no tendrá ningún valor. Aprende esta lección: “Fortaleces a alguien cuando le ayudas de a poco. Porque si le ayudas demasiado, lo debilitas”. La sabiduría del tiempo. [La semilla no puede acelerar el fruto…] En cierta ocasión, un padre de familia le preguntó al rector de una universidad, si el plan de estudios no podría simplificarse, para que su hijo lo concluyera "por medios más rápidos y sin tanto esfuerzo". El Rector le respondió: Ciertamente, pero todo depende de lo que usted quiera hacer de su hijo. A un roble le toma cien años para crecer. A una simple calabaza le bastan dos meses. Usted elige. No olvide que “El sol se toma el tiempo que necesite para salir y para ocultarse, y no se le puede apresurar”. El árbol de bambú Japonés: [El evangelio bien
sembrado nos lanza a la eternidad] Cuando un cultivador planta una semilla del árbol de bambú, el bambú no crece inmediatamente por más que se riegue y se abone regularmente. De hecho, el bambú japonés no sale a la superficie durante los primeros siete años. Un cultivador inexperto pensaría que la semilla es infértil, pero sorprendentemente, luego de transcurridos los siete años, el bambú crece más de treinta metros en solamente seis semanas. Durante los primeros siete años el bambú se dedica a desarrollar y fortalecer las raíces, las cuales van a ser las que luego lo hagan crecer tanto en solamente seis semanas. Saber esperar: [Los frutos del Reino, requieren tiempo y paciencia] Frank Sheed estaba exponiendo los valores del cristianismo a un grupo de personas congregadas en el Hyde Park de Londres. Un hombre de la calle y desaseado lo interrumpía constantemente tratando de ridiculizarle con sus bromas. Frank no permitió que se le descarrilara la paciencia ni la humildad. El hombre de la calle volvió a interrumpir gritándole: "El Cristianismo ha estado en el mundo por más de 2.000 años y mire el estado en que todavía se encuentra el mundo". A lo que Frank le contestó: "Caballero, el agua también ha estado en el mundo por más de 2.000 años, y fíjese lo desaseado que usted está". Darle tiempo al tiempo… [Esperar, pero no tanto] [Para niños] Dos semillas están juntas sembradas en la tierra. La primera dice: "Quiero crecer! Quiero que mis raíces lleguen muy abajo en el suelo y que mis retoños rompan la corteza de la tierra que tengo arriba... ¡Quiero desplegar mis brotes como banderas para anunciar la llegada de la primavera...Quiero sentir el calor del sol en mis ramas y la bendición del rocío matinal en mis pétalos!" Y entonces creció. La segunda semilla dijo: Tengo miedo: Si dejo que mis raíces vayan hacia abajo, no sé qué encontraré en la oscuridad. Si me abro camino a través del suelo duro, puedo dañar mis retoños. ¿Y qué tal que algún animal trate de comer mis retoños? O tal vez algún niño me arranque del suelo. No…Mejor conviene esperar hasta que esté segura". Y entonces espero, esperó y esperó…Pasó una gallina y se la comió. Niño pretencioso: [Si las semillas fueran pretensiosas no crecerían: [Misa con niños] Papá, papá, cuando yo sea grande quiero ser boxeador. – Hijo, no quiero desanimarte con tus metas en la vida, pero puede llegar a existir un contrincante mejor que tú. – Es verdad papá, entonces cuando sea grande “quiero ser contrincante” De tal palo, tal astilla: [Mes del padre: papás pretenciosos: mal ejemplo para sus hijos]
Un niño le pregunta a su papá: Papá: ¿Qué se siente tener un hijo tan guapo e inteligente? – Y el papá le responde: ¡No sé, mijo, pregúntale a tu abuelo! |