El zorro y el tigre [Mantener la fe en sí mismo] Dicen que un zorro fue atrapado por un tigre. En medio de sus debilidades, el zorro, sorprende al tigre diciéndole: “Ten cuidado. Yo soy el animal a quién todos los animales del bosque tienen miedo”. El tigre se sorprendió y le dijo: ¡Demuéstramelo! El zorro le dice: acompáñame al bosque y lo verás. Salieron al bosque los dos, y al pasar, todos los animales se escondían, más por miedo al tigre que al zorro. Pero el tigre quedó sorprendido. Y comenzó a dudar de si realmente el zorro sería el animal más poderoso de la selva. Moraleja: Mientras el zorro mantuvo la fe en sí mismo, y en su astucia, el tigre comenzó a dudar y desconfiar de su fortaleza. Así el débil zorro pudo escaparse de sus garras. Amuleto de la buena serte:
Se encontraron dos amigos que hacía mucho tiempo no se veían. Uno le pregunta al otro: “¿Cómo te ha ido?”. “Muy mal -responde el otro con acento sombrío -. Mi esposa me dejó para irse con mi mejor amigo. Perdí todos mis ahorros jugando en las maquinitas. El banco me acaba de quitar la casa.
Mi hija quedó embarazada, y no sabe quién es el papá de la criatura. Mi padre salió al campo y lo mató un rayo. De mis dos hijos, uno está en la cárcel por drogas. Y a mi perro lo atropelló ayer un camión”. “¡Cómo lo siento! -se compadece el amigo-. Y dime: ¿A qué te dedicas?”. Responde el otro: “Vendo amuletos para la buena suerte”. ¿Cuestión de mucha fe?: Una monjita iba por carretera y el carro comienza a jalonar. Se estaciona, se baja y levanta el capó, pero se da cuenta que no entiende de mecánica y lo cierra. Pasa un señor en su furgón, y, aunque lleva prisa, decide parar y ayudarla. ¿Qué pasó hermanita? - Vera usted: venía de lo más bien rezando el santo rosario, y de pronto comenzó a toser y a toser, y se paró. El señor va directo al tanque de la gasolina, introduce un palo; sale seco. Mire, hermanita, ni olor a gasolina tiene el tanque; la hermana se lleva la mano a la cara y dice ¡¡hay me olvidé. Viera, me dijeron en el colegio que llenara el tanque y me olvidé. El señor le dice: - Yo tengo una manguera, pero necesito un recipiente. ¿Tiene alguna cosa… lo que sea… un termo…lo que sea? La hermana va al baúl del carro, pero se regresa avergonzada y le dice: mire: !tengo, pero no tengo! ¡Cómo así hermanita! - Cualquier recipiente sirve. Se dirige al baúl, lo abre. Y la vergüenza de la monjita es porque se trata de una bacinilla. El señor muy caballero, le dice: hermana esto sirve. El señor llena la bacinilla de gasolina y la hermanita le dice: usted ya ha hecho mucho por mí; yo me encargo de echarle al tanque. ¿Segura hermanita? - Si, Usted va de afán, vaya con Dios. Mil gracias. La monjita se queda sola y cuando la está echando al tanque pasa un señor en un camión, se queda mirando y no lo puede creer. Se detiene, baja el vidrio y le dice: ¡Hermanita está bien que tenga fe, pero no es para tanto…! La mujer enferma, ejemplo de fe: Le pregunta un alumno al maestro: ¿Cómo se aprende a confiar en que Dios lo puede todo? Confiar en la providencia - dijo el maestro- Es como entrar en un restaurante de lujo sin llevar un centavo en el bolsillo y pedir una docena de ostras con la esperanza de hallar una perla dentro de ella, para pagar la cuenta. No le dejemos todo a Dios: [La mujer enferma, buscó la solución]. El sacerdote en la misa, justo antes la ofrenda dijo a sus fieles: Hermanos: tenemos un problema. El tejado de la iglesia está en mal estado y tenemos que arreglarlo. Tengo dos noticias al respecto, una buena y otra mala. ¡La buena es que tenemos el dinero! – Y la mala es que está en sus bolsillos. ¿Fe ciega? El pastor de una iglesia, estaba concientizando a sus fieles, para que con el poder de Dios y con mucha fe, le ayudaran a hacer colectas. En ese momento una invidente entra al culto y escucha al pastor, que en su predicación justamente estaba diciendo: “Hermanos: ¡Es el momento de lanzarnos todos a la siega”, a lo cual la mujer interrumpe la predicación diciendo: “Al primero que me toque le daré con mi bastón”! Fe profunda. [Para misa con niños] Un tipo estaba de paseo por el campo con su lujoso auto deportivo, cuando llega a un cruce donde se encuentra con un gran charco de agua. Al ver esto, se detiene, baja del auto para cerciorarse que el charco no fuera tan profundo para poder pasar. En eso se encuentra a un campesino durmiendo la siesta en el pasto y el tipo le pregunta: ¡Hey Amigo!, ¿Es muy hondo este charco? No patrón, está bastante pandito.
El tipo, confiado, coloca el carro en primera y arranca para pasar el charco rápido, pero su auto se hundió completamente en el charco. El tipo logra salir a duras penas y casi ahogado va a reclamarle al campesino. Oye, ¿No dijo que no estaba hondo? Y el campesino le responde: Ve!...!qué raro patrón, porque a mis paticos, el agua apenas les llegaba al pecho!. |