El poema de Víctor Hugo
En su poema “Un deseo” escribe Víctor Hugo: Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico, y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: “Esto es mío”, sólo para que quede claro quién es el dueño de quién. Caminos cómodos, destino equivocado: [Jesús sube a Jerusalén, y le espera la Cruz] En un invierno, un hombre iba sentado en el mismo vagón del tren en el que yo iba. En cada estación se ponía de pie y miraba fuera de la ventanilla con ansiedad. Luego se sentaba y comenzaba a refunfuñar, pronunciando en voz alta el nombre de la estación que acababa de pasar. Después de cuatro o cinco estaciones, el vecino de asiento le preguntó preocupado: - ¿Le pasa algo, Señor? ¡Lo veo muy angustiado! El hombre lo miró y respondió: - Sí. Debí cambiar de tren hace ya un buen rato, porque voy en la dirección contraria. ¿Y por qué no lo hizo? - ¡Es que aquí voy tan cómodo y tan calientico! Para el día del Padre: Padre es quien te sostiene, no solo quien te mantiene. Quien le da a sus hijos un hogar, no solo una casa; quien le da a sus hijos todo lo que necesitan, no todo lo que le piden; quien te educa, no solo quien te enseña; quien es para sus hijos un ejemplo, no una receta; quien se pone a la altura de sus hijos cuando se arrodilla a jugar con ellos. Padre no es quien restringe la libertad, sino quien enseña a darle un buen uso; quien pone límites para que sus hijos no se desborden; quien pone retos, no solo castigos; quien sabe corregir, no quien no te permite equivocarte. Padre no es quien no se equivoca, sino quien enseña también a partir de sus errores. Es aquel que es un refugio seguro, no un alcahuete. Si les deja herencias ellos se las reparten, si les deja legados, los hijos se unen y se inspiran porque el legado vale más que el dinero. Muchos padres dan a sus hijos todo lo que ellos no tuvieron. Pero los padres extraordinarios son los que enseñan a sus hijos lo que a ellos nadie les enseñó. Decisión y claridad en el seguimiento Están hablando Pedro y Jesús de cosas elementales de la vida. Y Pedro, queriendo saber más que los demás, le pregunta a Jesús: maestro, ¿de dónde vienes? Y Jesús responde: “Yo vengo de dónde vengo”. Y Pedro vuelve a preguntarle: ¿Maestro, y para dónde vas? Y Jesús le contesta. “Yo voy para donde voy”. Entonces, viendo Jesús que Pedro no le preguntó más, le pregunta a Pedro: ¿Y tú, Pedrito, ¿Por qué me sigues? A lo que Pedro responde sin pensarlo dos veces: ¡Pues…Por lo bien que explicas Señor! La tintorería del sabio [Caprichos para seguir al Señor] Un sabio atendía su tintorería, entró un cliente y le dijo: — Como tú eres un hombre sabio, ¿Podrías teñirme este vestido? — Claro, y ¿De qué color lo quieres? — Ah, que no sea ni rojo, ni verde, ni blanco, ni negro, ni amarillo, ni lila. Bien. ¿Me entiendes?, no quiero ningún color conocido, pero fuera de esto, nada especial. ¿Me lo puedes hacer? — ¡Claro que sí, hombre! Entonces, pasa a recogerlo cuando quieras, pero que no sea ni lunes, ni martes, ni miércoles, ni jueves, ni viernes. ¡Ah! Sábado y Domingo está cerrado. Fuera de esto, pasa cuando quieras. Tenerlo todo, o no tenerlo todo: [Los padres, son todo para sus hijos]
La maestra les enseñaba a sus alumnos, la diferencia entre "tener todo" y "no tenerlo todo". María se levanta y dice: "Mi padre es rico y tiene de todo: televisión con miles de canales y un Mercedes-Benz" - "Está bien", dice la maestra, pero, ¿acaso tiene yate? María dice, "No, no tiene yate" - "Entonces "no lo tiene todo" le dice la Maestra. Arturo, entonces se levanta y dice: "Pero mi Papá sí.
Él tiene televisión con miles da canales, un Mercedes Benz y un yate” – “Pero, ¿acaso tiene un avión? -Pregunta la Maestra-. “No, no tiene avión” – “Entonces tampoco “lo tiene todo” – Jaimito se levanta y dice: - “Pues mi Papá sí que lo tiene todo.” “¿Estás seguro, Jaimito? “Sí, sí estoy seguro. Mire, el sábado mi hermana le presentó su novio a mi papá, un muchacho con el cabello desordenado, 2 pendientes de argolla, 3 piercings en el labio, otros 2 en las cejas, camiseta rota y sin mangas, varios tatuajes en los brazos, pantalón vaquero roto, gorra de hip-hop, y cuando mi padre lo vio, de inmediato exclamó “. ¡Esto era lo único que me faltaba!
Día del padre [Misa con niños]
Mi padre cuando trabaja deja a todos con la boca abierta. - ¿Ah sí? ¿Y qué hace? – Es odontólogo.
Papá orgulloso: [Misa con niños]
Un niño le pregunta a su papá. Papá: ¿Qué se siente tener un hijo tan guapo e inteligente? – Y el papá le responde: No sé, hijo, pregúntale a tu abuelo.
Papás, orgullosas de sus hijos:
En el día del padre, tres papás, orgullosos de sus hijos dialogan: Uy, tienen que ver a mi hijo. Ya es sacerdote y todos lo respetan. Tanto así que, si va por la calle, la gente le dice: “Bendición, padre, bendición”. Eso no es nada, dice el segundo papá: Mi hijo ya es obispo y todas las personas lo saludan diciéndole: “Su eminencia, pase usted… Su Eminencia, qué grato verlo…” - Ja… como que entonces mi hijo lleva las de ganar, dice el tercer papá. Mi hijo es tan, pero tan gordo, que cuando la gente lo ve pasar por la calle, se dan la bendición y dicen: “Dios mío…”
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