Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 16° Domingo del Tiempo Ordinario, 19 de Julio de 2020, Ciclo A

publicado a la‎(s)‎ 17 jul 2020, 13:24 por Diseño Web Santa Ana Centro Chía   [ actualizado el 17 jul 2020, 13:24 ]

Los anteojos de Dios: (P. Mamerto Menapace) [Antes de la siega final, hay tiempo para la conversión]

    “Un hombre de no muy buena reputación muere, y va a darle cuentas a Dios. Temeroso al llegar no encuentra a nadie. Entonces entra en una habitación hermosísima, y ve un escritorio con unos anteojos, una silla y un banquito. Curioso quiso echar una miradita hacia la tierra con los anteojos de Dios. Y fue ponérselos y ¡Qué maravilla! Se veía todo clarito y patente. Entonces se le ocurrió ubicar a su socio de la financiera para observarlo. 

   En ese preciso instante su colega está estafando a una pobre viuda mediante un crédito bochornoso que terminaría de hundirla en la miseria. Y al ver con claridad tal injusticia, sintió un profundo deseo de justicia. Buscó a tientas debajo de la mesa el banquito de Dios, y lo lanzó a la tierra con tremenda puntería, dándole un duro golpe a su socio, tumbándolo allí mismo. En ese momento llegó Dios de su paseo acostumbrado. Nuestro amigo, sobresaltado, trató de explicar, que había entrado, porque no había encontrado a nadie. 

   Y Dios le dijo: Todo está muy bien, solo algo me inquieta ¿qué hiciste con mi banquito donde apoyo los pies? El pobre le contó que había entrado en su despacho, había visto los anteojos, se los había puesto para echarle una miradita al mundo, y que el banquito le había sido muy útil para darle un leñazo a su socio quien estaba estafando a una pobre viuda. 

   Y Dios le dice: Viste como Dios ve, pero no tienes el corazón de Dios. Por eso tiraste el banquito. Imagínate si tengo que tirar un banquito a todo el que se porta mal en el mundo, no me alcanzarían los bosques del mundo para hacer banquitos, y todos estarían llenos de chichones.” 

El maestro y el alumno: [Que no eche raíz ninguna forma de mal] 

   Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo: - “Profesor, lo que más me alegra de haber terminado sus clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida” El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado. 

   El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó: - “¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?”- El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta. – “¡Por supuesto que no!”, contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho. – “Bueno”, prosiguió el profesor. “Cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.” – “No entiendo a qué se refiere”, dijo el alumno confundido. – “Muy sencillo”, replicó el profesor. 

    “Tú me estás ofreciendo rabia y desprecio, y, si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo. Y yo, mi amigo, en verdad prefiero obsequiarme mi propia serenidad.” – “Muchacho”, concluyó el profesor en tono gentil, “tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón, pero de mí sí depende lo que yo cargo en el mío.” 

El Campesino y el Diablo [Cómo ganarle a la cizaña] [De los hermanos Grimm] 

   Había una vez un muy afamado y astuto campesino, cuyos trucos eran muy comentados. El campesino estaba trabajando su terreno, y de regreso a su casa ya tarde, se encontró con un pequeño diablillo negro sentado sobre unos carbones encendidos.  -"¡De modo que estás sentado sobre un gran tesoro!"- dijo el campesino. -"¡Sí, es cierto!”- contestó el Diablo, -” ¡sobre un tesoro que contiene más oro y plata que lo que jamás verás en tu vida!" 

-  " Pues entonces el tesoro me pertenece, porque está en mis tierras - dijo el buen campesino. -"Y seguirá siendo tuyo"- contestó el Diablo, si por dos años consecutivos me das la mitad de lo que el campo produce, porque tengo un gran antojo de los productos de la tierra." 

- El campesino puso las condiciones: -"Todo lo que se produzca sobre la tierra será tuyo, y todo lo que se produzca bajo la tierra, será mío."- El Diablo aceptó. Cuando llegó el tiempo de la recolecta, el Diablo se presentó a tomar su parte de la producción, pero no encontró más que amarillentas y marchitas hojas, mientras que el campesino, guardaba las papas.  -"Por esta vez has ganado"- dijo el Diablo, -"pero la próxima vez, lo que se produzca sobre la tierra será tuyo, y lo que se produzca bajo tierra, será mío." 

- El campesino estuvo de acuerdo. - Cuando llegó el tiempo de la cosecha, el Diablo no encontró sino rastrojos, porque el campesino astuto, esta vez sembró trigo. Y el diablo, furibundo y derrotado se lanzó por entre las rocas. Y el campesino dijo: "Así es como se derrota al Diablo"…Y se fue a su casa, llevándose el trigo y el tesoro.

El perrito y la pantera. [Astucia para vencer los ataques del maligno] 

   Un hombre que va de Safari decide llevarse a su perro para que conozca África. Un dí­a ya en la expedición, el perrito empieza a corretear detrás de las mariposas y cuando se da cuenta ya se encuentra muy lejos del grupo del Safari, así­ que empieza a vagar perdido por la selva, cuando ve a lo lejos una pantera corriendo hacia él. - ¡me metí en problemas! – piensa el perrito y no sabía qué hacer. 

   En eso ve unos huesos de un animal muerto y se pone a mordisquearlos. En cuanto la pantera está a punto de atacarlo el perrito dice: - Ahhh ¡¡que rica pantera me acabo de comer!!! La pantera se frena bruscamente y sale despavorida huyendo del perrito, y pensando: - ¡Qué fiera de perro, por poco me come a mí también! Un mono que andaba trepando cerca y que habí­a visto la escena, sale corriendo tras la pantera, la alcanza y le cuenta cómo la engañó el perro, entonces la pantera enfurecida regresa corriendo. 

   El perrito ve a lo lejos que la pantera viene de nuevo y al ver al mono tras ella, sospecha que le ha contado toda la historia. - ¿Ahora qué voy a hacer?, dijo el perro! En vez de salir huyendo se queda sentado dándoles la espalda, haciéndose el que no los ha visto; y cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo el perrito dice en voz alta: - ¡¡¡Ese puñetero mono, hace media hora que lo mandé a que me trajera otra pantera y no aparece!!!…Y la pantera salió despavorida… 

Y a la hora de la siega, ¿quién será mejor? [Aprender de quien no se espera] 

   Un taxista pincha una rueda en frente a un manicomio. El taxista se dispone a cambiar la rueda, con tan mala suerte que no se da cuenta que las tuercas se le fueron por una alcantarilla. – Al darse cuenta no sabe qué hacer. Un loquito que estaba observando lo que le sucedía al taxista, entra en conversación con el taxista, y le pregunta: - Señor, ¿qué le paso? – ¡Perdí las tuercas en la alcantarilla, y ahora no sé cómo ajustar la llanta de repuesto!  

- Ah, ya entiendo. ¿Por qué no le quita una tuerca a cada una de las 3 ruedas y se la pone a la de repuesto? - ¡Pues tiene usted toda la razón! ¡Muchas Gracias! – Y ¿puedo hacer una pregunta? – Si claro. – ¿Y usted, siendo tan inteligente al darme semejante idea de las tuercas- porqué está encerrado en el manicomio? – ¡¡¡Bueno – ¡¡¡Es que yo estoy encerrado por loco, no por tonto!!! 

Un texano en Australia: [Sembrando cizaña?] 

   Un texano va a Australia de vacaciones y está “de tour” por las afueras de Sidney en un autobús. El guía le enseña un gran viñedo, y el texano se echa a reír: - Jaja,.. ¡Pero, qué uvas tan chiquiticas!, ¡en Texas las tenemos el triple de grandes! Al cabo de un rato, el guía le enseña una plantación de melones. De nuevo el texano se echa a reír: - Jaja… ¡Pero si en Texas tenemos limones más grandes que estos melones! 

   El grupo sigue, y al cabo de otro rato llegan hasta unos manzanos. - Jaja… ¿Qué es esto?, ¿cerezas? Pero luego, de repente, una manada de canguros cruza la carretera por delante del autobús. El texano se queda mirándolos alucinado y pregunta: - ¿Qué es eso? Entonces el guía le contesta con ironía…- ¡Ratones, ratones…¡ 

Mientras dormían, entró el enemigo.  [Resistidles firmes en la fe]. 

   El médico le pregunta a su paciente: -¿Ha seguido mi consejo de dormir con la ventana abierta? -Sí doctor. -Entonces, ¿ha desaparecido por completo el asma? -No -dice el paciente-. Pero sí han desaparecido mis relojes, el televisor, el reproductor de música y el computador. 

¿Rapidez o precisión?: [Los discípulos quería erradicar rápidamente la cizaña].

    En clase, la profesora, pregunta a Jaimito: A ver Jaimito, rápido, rápido, ¿cuánto es dos por dos? – Jaimito responde: 5, profesora. La profesora reprocha a Jaimito diciéndole que esa nos es la respuesta. – Entonces Jaimito le contesta: Profesora, usted me pidió rapidez, no precisión. 

Pregunta para niños:

   ¿Qué están haciendo Frankenstein y Drácula en el campo? – R/.- Sembrando el pánico y el terror…!
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