El monje aprendiz [Oración y trabajo] Cuentan que un monje quería aprender de San Benito, cómo hacer bien las cosas. San Benito lo llevó a un lago, le hizo subir a un bote y le dio un remo en el cual estaba escrito: “Labora”. El monje comenzó a remar, pero el bote daba vueltas, pero no avanzaba. San Benito le dio otro remo que llevaba escrito: “Ora” y le quitó el anterior. El monje remaba por el otro lado, pero el bote solo dio vueltas y vueltas, ahora en el sentido contrario. San Benito le dio los dos remos; el monje comenzó a remar y el bote avanzó tranquilamente. La taza o el café… [Lo esencial va en el alma]. Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor. Comenzaron a quejarse del 'stress' que les producía el trabajo y la vida en general. El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas diferentes: de porcelana, plástico, vidrio, cristal, unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras y realmente finas. Les dijo que cogieran una taza y se sirvieran el café. Cuando lo terminaron, el sabio maestro, con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo: ¡Se habrán dado cuenta que las tazas finas y bonitas las usaron primero y quedaron las sencillas y baratas!, lo que es natural, ya que cada quien prefiere lo mejor para sí mismo. Ésa es realmente la causa de sus afanes y su 'stress.' 'Les aseguro que el tipo de taza no le añadió sabor al café. En verdad la taza solo disfraza o reviste lo que tomaron. Lo esencial es el café. Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero buscaron la mejor taza. Ahora piensen esto: La vida es el café. Los trabajos, los afanes, el dinero, la posición social, etc. Son tazas o envolturas que le dan forma y soporte a la vida. El tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos. Descuidamos la parte mejor: La esencial En la parroquia de San Gervasio en Quebec, el párroco, para que la gente fuera a la iglesia, con cierto humor, plasmó un cartel original, que merece una reflexión. Dice: “Cuando naciste, tus padres te trajeron aquí. Cuando te casaste, tus amigos y padrinos te trajeron aquí. Cuando sean tus funerales, tu familia te traerá aquí. ¿No te parece que, de vez en cuando, podrías venir aquí por tu propia cuenta? El reloj de papá. [Aferrémonos a lo esencial]
Un hombre mostraba a sus amigos un antiguo reloj de oro de bolsillo, de tres tapas, y decía a sus amigos: este reloj fue del papá del abuelo del abuelo de mi papá. Y cuando yo era muy pequeño miraba el reloj, y pensaba para mis adentros: “este reloj tiene que ser para mí porque yo soy el primogénito”, pero nunca me anime a decirlo. Mira lo que es la vida: yo me fui para un lado, mi padre para otro, y nunca más nos vimos.
¿Saben cuándo me volví a encontrar con mi padre? - Cuando él estaba agonizando me llamó mi familia. Yo vine al lecho de muerte; faltaba poquito para que se muriera. Pero yo creo en Dios y creo que él acomodó las cosas para que yo, que ya me había olvidado del reloj me acordara de vuelta. Porque voy a darle un beso a mi papá que estaba agonizando, y en la mesa de noche estaba el reloj, para que yo me acordara de decirle a mi papá.
Después de darle un beso y decirle algunas cosas que son casi siempre mentiras piadosas, porque uno sabe que se está muriendo y tiene que decir que no. Le dije: papá a propósito ahora veo el reloj y me acuerdo de cuando era chico y yo he querido que ese reloj fuera mío. Yo quería ganar tiempo, porque sabía que a papá le quedaba poco tiempo. Le digo: “papá, quisiera que ese reloj fuera mío”.
Papá me miró como dudando, y yo pensé: capaz que por la gravedad no escucha bien. Entonces yo le hable fuerte: “papá: yo quisiera, que este reloj que fue de toda la familia paterna, fuera mío. Y no va creer las cosas; yo creo en los milagros. Faltando un minuto para morir, no van a querer creer; faltando un minuto para morir, me lo vendió. ¿Como los afanes de Marta? Un médico, contesta el teléfono de su casa, y escucha a un colega suyo, decirle: Nos falta el cuarto para el juego de póker. ¡Él, afanado, responde: voy para allá inmediatamente!,- y cuelga-. Mientras se pone la camisa aprisa, su esposa le pregunta: Amor, ¿es muy grave? Mucho, -le contesta el doctor…Tan grave, que, de hecho, ya tres médicos ya están ahí. ¿Dios es nuestro deleite y dedicación plena? Una mujer se encuentra una Lámpara de Aladino. Inmediatamente la frota y sale un genio. La mujer mira al Genio y le expresa su deseo: - Quiero que mi marido me mire solo a mí, - Que Yo sea la única – Que desayune, coma y duerma siempre a mi lado – Que cuando se levante sea lo primero que agarre. – Que no me deje ni para ir al baño – Que viaje siempre conmigo – Que me cuide, me contemple – Que, si me pierdo un segundo, se desespere, y me diga la falta que le hago – Que nunca me deje sola y me lleve a todas partes con él. Y ¡zas! El genio la convirtió en un Iphone… Permanecer en casa como Martha. [Pero sin excusas] [Para niños]
Jaimito se levantó de mañana como de costumbre, pero en lugar de prepararse para ir a la escuela, fue a la cocina donde estaba su mamá, muy gozoso y tarareando el cumpleaños feliz. ¿Quién cumple años hoy, Jaimito?, debe ser un amigo tuyo muy querido para estar tan contento! - Oh sí, es una persona que amo mucho y le tengo el mejor regalo. Hoy cumple años mi profesora y para hacerla bien feliz en su día, he decidido…quedarme en la casa. |