Ayúdate, que yo te ayudaré [Pidiéndole a Dios, todo
se hace más llevadero]
En una
ocasión, un niño muy pequeño hacía grandes esfuerzos por levantar un objeto muy
pesado. Su papá, al ver la lucha tan desigual que sostenía su hijito, le
preguntó: - "¿Estás usando todas tus fuerzas?" - "¡Claro
que sí!" –contestó, malhumorado, el pequeño. - "No es cierto –le
respondió su papá— no me has pedido que
te ayude".
El sabio y
su hijo: [Para misa con niños]
Una vez un papá sabio le dijo a su hijo: - Pídeme lo que quieras
y te lo daré. El
niño muy emocionado, pues conocía la generosidad de su padre, le contestó:
- Te lo agradezco de todo
corazón. ¿Puedes darme tiempo hasta
mañana, para pensarlo? – Muy bien – dijo su padre – Hasta mañana. Al día siguiente, el hijo fue a ver a su
padre y le pidió un burrito. – Ah no – le contestó el papá – no tendrás el burrito.
- ¡Pero me habías prometido
darme lo que quisiera! -
¿Acaso, no he mantenido mi palabra?
¡Ayer, tú me pediste tiempo, y yo te lo di!
La oración
por excelencia: [El N.T supera al A.T]
Estando Juan XXIII, de Nuncio en
Paris, se encontró con el Rabino principal de Francia, -que también grande y
fornido-, ante la puerta de un ascensor estrecho, en el que no podían caber
ambos. “Después de usted”-le dijo cortésmente el Rabino. – “De ninguna manera
-le contestó el Cardenal Roncalli- ¡Por favor, usted primero!”.
Siguió el
forcejeo de cortesías, hasta que el Cardenal Roncalli, con cierto humor y con
la mejor de sus sonrisas bonachonas, le dijo: Señor Rabino, “Es necesario que
suba usted antes que yo, ya que siempre va delante el Antiguo Testamento, y
luego, el nuevo testamento.
Pedid y se
os dará…
En un pequeño pueblo, el pastor de una
iglesia estaba orando por algunas peticiones. En eso se levanta un hermano y le
dice: “Hermano pastor, por favor oren por mi negocio, para que el Señor envíe
bastantes clientes, pues estoy a punto de quebrar.” El pastor habló a toda
la congregación y les dijo: “Dios escucha a los que le claman”, pónganse de pie
y hagamos una oración que llegue al cielo para que Dios envíe muchos clientes
al negocio de este hermano. Y antes de comenzar a orar, el pastor pregunta:
“Hermano, y usted, ¿qué negocio tiene?”, y el hermano le
contesta: “Hermano Pastor…yo tengo una funeraria”.
El favor completo
Un hombre de condición humilde
había perdido su herramienta de trabajo y pedía a los cielos el poder
recuperarla, encomendándose a su santo particular. — “Si haces que la
encuentre, prometo que entregaré tres monedas de oro en ofrenda”, —decía entre
sollozos.
Al cabo de un rato, encontró lo perdido y exclamó: — Oh, poderoso Señor, tú que
has logrado que encuentre mi herramienta, por favor, haz que encuentre ahora
tres monedas de oro.
Petición y promesa:
Un ejecutivo llega
tarde a una importante junta y no encuentra parqueo… Levanta los ojos al cielo
y dice: - “Señor, por favor, consígueme
un sitio para parquear y te prometo que iré a la iglesia todos los domingos que
me queden del resto de mi vida, dejo las malas compañías y el vicio. Y jamás en
mi vida me volveré a emborrachar…- Milagrosamente, en ese momento, aparece
un sitio libre, el hombre parquea y dice: - “No
te preocupes Señor, ya encontré sitio. De todos modos, Gracias”.
El “Padre Nuestro” del estudiante: [Para jóvenes al inicio de las
clases] Padre nuestro que estás en la escuela /
santificado sea tu nombre/ venga a nosotros tus dieces/ hágase tu voluntad aquí
en el salón como en los profes/ perdónanos por copiar/ así como nosotros
perdonamos a los que nos copian/ no nos dejes caer donde el rector/ y líbranos
de todo cero/
Amén.
No pedir lo imposible: [Para
misa con niños]
Un piadoso niño, a quien la
mamita le enseñó que todas las noches debía orar a Dios, fue a su habitación y
antes de acostarse, se puso de rodillas ante un crucifijo, y oraba
insistentemente diciendo: Dios mío…por favor te pido, que la capital de Italia
sea Paris…. Que la capital de Italia sea Paris…La mamita, que estaba junto a la
puerta, escuchó la insistente súplica, entró y le preguntó que porqué le pedía
eso a Dios, si Paris no es la capital de Italia. – Y el niño le respondió: ¡es que eso fue lo que contesté en el
examen!
Orar con
insistencia [Misa con niños]
- Primer Acto: Sale un pollito rezando.
- Segundo Acto: Sale, otra vez, el pollito rezando.
- Tercer Acto: Vuelve a salir el pollito rezando.
– ¿Título
de la obra? – A Dios “Le Pío”.