¡Depende en manos de quién está el asunto!
Una pelota de basquetbol en nuestras manos vale unos 100.000 pesos, pero en las manos de Michael Jordán vale una fortuna. Un balón de fútbol en nuestros pies no luce mucho, pero en los pies de James, vale el mejor gol del mundial. Cinco panes y dos peces en manos de una madre son el almuerzo para su familia, pero en manos de Jesús son el alimento para miles... ¡Todo depende en manos de quién está el asunto!”
No es mi problema
Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Pensó qué tipo de comida podía haber allí. Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una trampa para ratones. Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: “¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!”.
La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: “Discúlpeme señor Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, a mí no me perjudica”. El ratón fue hasta el cordero y le dice: “¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera!”. “Discúlpeme señor ratón, no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones”. El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo: “Pero acaso, ¿estoy en peligro?... Pienso que no”, dijo la vaca.
Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para enfrentar a la ratonera del granjero. Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente veloz picó a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre alta.
Todo el mundo sabe que para reconfortar a alguien con fiebre, nada mejor que una nutritiva sopa. El granjero tomó su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina. Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para atenderlos a todos, el granjero mató al cordero. La mujer no mejoró y acabó muriendo. El granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral. Moraleja: La próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no te afecta, no es tuyo, y no le prestas atención… piénsalo dos veces.
El Rey y el mendigo:
Un mendigo estaba tendido al lado de la calle a lo lejos vio venir al rey en su carrosa de oro y Pensó: “voy a pedir, él es un buen hombre, de seguro me dará algo”. Cuando el rey pasó, le dijo: “Majestad, ¿me podría, por favor, regalar una moneda?” (… aunque en su interior pensaba que él le iba a dar mucho). El rey le miró y le respondió: “¿Por qué más bien no le das algo tú rey? El mendigo no sabía que responder y sólo atinó a balbucear: “¡Pero, Majestad…yo no tengo nada!” El rey contestó:” ¡Algo debes tener!... ¡Busca!”.
Entre asombro y enojo, buscó entre sus cosas y vio que tenía una naranja, un pedazo de pan y unos granos de arroz. Pensó que el pan y la naranja eran mucho para darlos, así que en medio de su enojo tomó 5 granos de arroz y se los dio al rey. Complacido, él dijo: “¡Ves que sí tenías!”. Y le dio 5 monedas de oro, una por cada grano de arroz. El mendigo, con ansiedad y emoción dijo entonces: “Majestad… por aquí tengo otras cositas…”. Pero el rey lo miró a los ojos y con dulzura, le dijo: “Solamente de lo que me has dado de corazón, yo te puedo dar”.
Niño desobediente:
Era un niño que se llamaba “Albino”. Un día estaba jugando en la calle. Llegó la hora de almorzar. Su mamá abrió el balcón y le dijo: - ¡Albinooo!, venga a almorzar. – Albino le respondió: Yo no subo, no tengo hambre. – Que no sube? – voy a llamar a tu papá. Yo No quiero, respondió Albino. Sale el padre y le grita: - ¡Albiiino!: Venga ahora mismo o te doy una paliza. – Yo no voy, otra vez respondió Albino. - ¡Mira que voy a llamar al abuelo! – Seguidamente sale el abuelo con una escopeta: - Albino, ven ahora mismo a almorzar. – “¡Que yo no voy, respondió, el desobediente Albino!” – Pues ahora verás: Coge el abuelo la escopeta y dispara dos tiros al aire: ¡PAN, PAN ¡… Y al “PAN PAN” …Albino vino.
La colecta:
Después de la colecta en la iglesia, un individuo fue a decirle al sacerdote: ¡Disculpe, Padre, ¡pero por equivocación puse un billete de $50.000 pesos en la canastica en que recogen las ofrendas, y yo quería dar eran $1.000! ¿Podría devolverme la diferencia? No, hijo mío. ¡Lo que se da a Dios, ya no se le quita! ¡Bueno padre, espero que por lo menos en el cielo me reconozcan un saldo de $49.000 pesos a mi favor! ¡Tampoco hijo, porque lo que allí se toma en cuenta son las intenciones…y tú intención fue dar solamente $1.000!
Sabiduría de abuelas generosas: [Bendicen el alimento… y alcanza para todos]
El tacaño reza así: “Bendícenos, Señor y que te bendigamos, y que nadie venga mientras almorzamos…”
El Constructor y el sacerdote: [La Eucaristía, Pan que alimenta en la unidad]
Tal vez ustedes han escuchado del hombre que se confesó. "Padre, tengo un problema terrible de robar. Trabajo por una compañía de construcción y siempre estoy sacando cosas y llevándolas a la casa". "Eso es muy delicado", le dijo el sacerdote, "como penitencia hay que hacer una novena". "Padre," dijo el hombre, "yo no sé lo que es una novena. ¡Pero si usted tiene el plan, yo tengo la madera!
Dos Euros:
- ¿Papá me puedes dar dos euros? para un pobre hombre que está gritando en la calle? - ¡Oh! Claro hijo, que buen corazón que tienes. ¿Y que grita ese hombre? - ¡Helados! ¡helados a dos euros! |