La reina y el rey [El amor, y no los títulos, es lo que vale.] La princesa y heredera de un importante reino se casó con un hombre que la amaba muchísimo y al que ella amaba de igual forma. El día que ella se convirtió en reina él se convirtió en rey, pero sin ningún poder ni cargo político, ya que ella era la legítima heredera, y por consiguiente, cabeza del reino. Un día en que tuvieron una pequeña discusión, el rey, enojado, se encerró en una habitación.
La reina golpeó la puerta. “¿Quién es?”, preguntó el rey desde adentro. “Soy la reina”. Como la puerta no se abría, la reina volvió a insistir golpeando la puerta. “¿Quién es?”, volvió a preguntar el rey desde adentro. “Que soy la reina te he dicho”. La única respuesta era el silencio, y la puerta seguía cerrada, así que lo intentó varias veces más de la misma forma. En el último intento, cuando el rey preguntó “¿Quién es?”, ella respondió con calma “soy yo, tu esposa.” Inmediatamente, la puerta se abrió.
Las cuatro esposas:
Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Pero temía que se fueran con otro. Un día enfermó. Dijo a la cuarta esposa: Estoy muriendo; serías capaz de seguirme. Ni pensarlo respondió. Le preguntó a la tercera esposa. Esta contestó: yo ni loca te seguiría. Preguntó a la segunda esposa. Respondiendo que no, y lo que puedo hacer es enterrarte. Escuchó una voz: estaré y nunca te abandonaré. Era la primera esposa que nunca había amado ni respetado.
Reflexión: Todos tenemos cuatro esposas. Nuestra cuarta esposa es el cuerpo. No importa cuánto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando muramos. Nuestra tercera esposa son nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros. Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuánto nos hayan apoyado, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro. Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente maltratada e ignorada en la búsqueda de fortuna, poder y placeres. Sin embargo, ella es la única que nos acompañará dondequiera que vayamos. Hay que cultívala, fortalécela y cuídala.
Mamá no tiene novio, Papá no tiene novia: [Volver al amor primero]
Además, él celebra todo lo que ella le prepara para cenar con esmero. Luego se sientan a platicar tonterías por horas; se escuchan el uno al otro sin perder detalle ni soltarse sus manos, hasta que al novio no le queda más remedio que despedirse cuando mi tío empieza a rondar con la almohada bajo el brazo. Al día siguiente le pregunto a mi mamá quién es su novio, y me dice muy sonriente que su novio es mi papá. - "No, mami, en serio..." pero ella insiste que sí. ¿Cómo va a ser mi papá tu novio? ¡Él nunca llega con un ramo de flores, ni chocolates; sí, le da un regalo a mamá en su cumpleaños y navidad, ¡pero nunca he visto que el novio de mi prima se presente con una licuadora o dinero para que compre algo!
Además, mamá no pone cara de Blanca Nieves cuando papá llega del trabajo, ni él sonríe como príncipe azul cuando la mira. Mamá no corre a arreglarse el cabello, ni a maquillarse cuando suena el timbre de la puerta, y apenas voltea a verlo para decir "hola"…porque está revisando las tareas. ¡El saludo de mi papá, en vez de “hola mi vida” es “Q’uibo!" y de inmediato se pone en las peores fachas para estar cómodo. En lugar de "¿qué quieres de cenar?"; Mi mamá le pregunta temerosa "Qué… ¿quiere cenar?" y cuando creo que papá le va a decir "Que bonita te ves hoy", le pregunta "¿no viste donde quedó el control del televisor?".
Los novios se dicen cosas románticas como "¡cuánto te amo!", en vez de "¿fuiste al banco?”. Mi prima y su novio no pueden dejar de mirarse. Cuando mamá pasa delante de papá, él inclina la cabeza para no perder detalle del partido de futbol. A veces, papá le da un abrazo sorpresa a mamá, pero ella tiene que zafarse porque se le quema el arroz. Además, mis papás solo se dan la mano cuando en Misa el padre dice "daos fraternalmente la paz". Yo creo que ella me dice que son novios para que no me entere de que "cortaron" cuando se casaron. ¡La verdad es que mi mamá no tiene novio y mi papá no tiene novia! Qué aburrido... ¡Solo son esposos!
Esposo paciente: [El amor es comprensivo y nunca se enoja] — Le dice el esposo a la esposa: Mi amor, ¿quieres que vayamos juntos al gimnasio? — ¿Me estás diciendo gorda? — Bueno, si no quieres no. — ¿Me estás diciendo floja? — ¡Cálmate mi amor! — ¡¿Me estás diciendo histérica?! — Eso no fue lo que dije, amor. — ¿Entonces soy mentirosa? — Está bien. ¡No vayas entonces...! — A ver, a ver, y ¿por qué quieres ir sólo?
Siempre a mi lado [Porque Dios los ha unido] Le dice la esposa a su esposo: viejito, ¿te acuerdas cuando…me rompí la pierna?, el viejito la mira y dice: Siiii. Tú estabas a mi lado. ¿Te acuerdas cuando me robaron el carro? también estabas a mi laaaaado… ¿Te acuerdas cuando se inundó la casa? ...estabas a mi laaaado…AMOOOOR: ¡Tú me traes mala suerte…!
Amor ardiente:
Si la persona que amas tiembla cuando la abrazas, si sientes sus labios ardientes como las brasas, si percibes que se agita al respirar, si hay en sus ojos un brillo especial...Hazle un agua de panela con limón, porque seguro, tiene gripa.
Fusionarse en uno [Ser una sola carne…] Un matrimonio de recién casados discutía permanentemente porque cada uno quería tener la razón, así que decidieron acudir a un hombre muy sabio de su ciudad, en busca de ayuda. Y el sabio les dijo: - La pareja perfecta es aquella en la que los dos se convierten en uno solo — De acuerdo —contestaron ambos al tiempo —. Pero... ¿En cuál de los dos?
Aviso parroquial: [Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre]
Al final de la Eucaristía, un párroco dio el siguiente aviso: “El Jueves se dará una conferencia sobre el matrimonio cristiano”: “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”: Para las mujeres a las 7:30, para los hombres a las 8:30. ¡Cuánto me amas? [Para niños]
— Mi amor, ¿tú me quieres? — Si — ¿Cuánto? — Mucho — ¿Hasta dónde? — Hasta mañana, ya duérmete. |