Cicatrices
de Amor.
En un día caluroso de verano en el sur de la Florida un niño decidió ir a
nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se
tiró en el agua y nadaba feliz. No se daba cuenta de que un cocodrilo se le
acercaba. Su mamá desde la casa miraba por la ventana, vio con horror lo que
sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo gritándole lo más fuerte que podía.
Oyéndole, el niño se alarmó y viró nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado
tarde.
Desde el muelle la mamá agarró al niño por
sus brazos justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas. La mujer jalaba
determinada, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo más fuerte pero la
mamá era mucho más apasionada y su amor no lo abandonaba. Un señor que escuchó
los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató al
cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante,
aun pudo llegar a caminar.
Cuando salió del trauma un periodista le
preguntó si le quería enseñar las cicatrices de sus pies. El niño levantó la
colcha y se las mostró. Pero entonces, con gran orgullo se remangó las mangas y
señalando hacia las cicatrices en sus brazos le dijo: "Pero las que usted debe ver son estas". Eran las
marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza. "las tengo porque mi mamá no me soltó y me salvó la vida".
La misericordia triunfa:
Dos monjes: uno cristiano y otro budista,
van por el camino, en pleno invierno, y se encuentran a un herido en un precipicio.
El cristiano quiere bajar a ayudarlo. El budista responde que ya es de noche,
que hay mucha nieve y además Dios ya decidió su destino. Y se marchó. Aun así
el cristiano baja, lo carga en su espalda.
De lejos divisó el monasterio y al avanzar
tropezó con un cuerpo, era el monje budista que murió congelado. El cristiano
salvo dos vidas. La suya y la del herido. Al cargarlo en sus espaldas, el peso
lo hizo sudar, activar el cuerpo y coger calor. Pasados los años alguien le
preguntó: ¿Cuál es la tarea más difícil en la vida? El respondió: No tener
ninguna carga que llevar, ningún dolor que soportar, ningún problema que
afrontar. A veces se gana perdiendo y dando algo de uno mismo.
¿La rama…o Dios? [Falto
de fe]
Un hombre cae a un precipicio y
providencialmente, queda colgando de una ramita. Grita desesperadamente:
"hay alguien ahí? ¡por favor, que alguien me ayude!". Desde el cielo,
de entre las nubes, se escucha una voz solemne que dice: "hijo mío,
suéltese de esa rama. Yo enviaré a un ángel que te reciba en sus brazos y te
deje a salvo en el suelo". El hombre contesta: "y no hay alguien más
por ahí?"
La Pijama Azul: [Asegurarse
para creer]
Un hombre llama a su esposa
desde el trabajo y le dice: - Querida, el Jefe me encargó que lo acompañe a
pescar a Canadá con algunos clientes muy importantes. Nos vamos por una semana
y esta será una muy buena oportunidad para conseguir mi tan ansiada promoción.
No te olvides de empacarme suficiente ropa para una semana, además de la caña
de pescar y la valija con los anzuelos que, cuando salga de la oficina lo paso
a buscar….. ¡Ah, y no te olvides de incluir mi pijama de seda azul!
La esposa piensa que esto suena
un “poquito” extraño y que era lo más llamativo que necesitase una pijama tan
lujosa para una excursión de pesca, pero como buena esposa hizo lo que su
marido le pidió. Una semana después regresa el marido, un poco cansado, pero
contento. La esposa le da la bienvenida y le pregunta: - ¿Pescaste mucho? -
Uff!… contesta él- no dejamos una trucha ni para la muestra…pero…¿por qué no
empacaste mi pijama azul, como te pedí? Y la mujer le responde: - Síiii…Yo lo
hice… ¡la puse en la caja de los artículos de pesca!
Marinero y pirata: [Los
riesgos del primer día]
Un marinero y un pirata se encuentran en un
bar, y empiezan a contarse sus aventuras en los mares. El marinero nota que el
pirata tiene una pierna de palo, un gancho en la mano y un parche en el ojo. El
marinero le pregunta “¿y cómo terminaste con esa pierna de palo?” el pirata le
responde: “estábamos en una tormenta y una ola me tiro al mar, caí entre un
montón de tiburones.
Mientras mis amigos me agarraban para
subirme un tiburón me arrancó la pierna de un mordisco”. “ ¡guau! replicó- el
marinero- ¿ y qué te paso en la mano?, porqué tienes ese gancho?”. El pirata
respondió: estábamos abordando un barco enemigo y mientras luchábamos con
espadas, un enemigo me corto la mano”. “¡increíble!-dijo el marinero ¿y que te
pasó en el ojo?”. Una paloma que iba pasando y me cayó excremento en el ojo”.
“perdiste el ojo por un excremento de palomas?”, replicó el marinero completamente incrédulo. “Bueno… -dijo
el pirata- era mi primer día con el
gancho!!!.
El campesino, el perro y el
burro. [Los discípulos al comienzo se asustaron]
Una vez un campesino, un burro y un perro
iban por el monte. Llevaban tres horas caminando, de pronto se detuvo el burro
y le dice al campesino: Por favor patrón, descansemos un poco. El campesino, al
escuchar hablar al burro, salió despavorido corriendo, y el perro también. Como
a la hora de estar corriendo, el campesino y el perro se detuvieron a descansar
y el perro le dice: ¡Uy que susto que nos dio ese burro! ¿No, patrón?
Ver para creer
El agente de tránsito detiene a un conductor
que iba haciendo zigzag por la carretera. – Le ordena que descienda, se toque
la rodilla y la nariz con la mano. El conductor, a duras penas intenta hacer
esta maniobra y por tres veces seguidas se cae al suelo. - Venga, venga. A ver,
intente andar sobre esta raya sin salirse. El pobre conductor, no atinaba ni
siquiera a pisar la raya. Y el agente de tránsito le increpa y le dice: - A
ver, venga para acá y sople por este aparatico. A lo que contesta el pobre
conductor, le dice: - ¿Qué pasa? ¿Todavía no se lo cree que estoy borracho?