El mendigo y el publicista. [Ciego, pero con ojos de Dios] Dos cieguitos mendigos están muy cerca el uno del otro. La gente va pasando y miran al primero con indiferencia, a pesar del letrero que tiene, en el cual se lee “Tengo hambre"; pero nadie le da ni un centavo. Frente al segundo mendigo, un hombre pasa de largo, pero, al leer el cartel se detiene y le da una moneda, y así muchas personas pasan y le dan dinero. En el letrero del segundo mendigo cieguito, sencillamente se leía: "Hoy es el cumpleaños de mi compañero y quiero invitarlo a almorzar". El capitán y el marinero. [Cristo nos advierte de cambiar de rumbo]
El capitán de un barco, en plena noche, ve unas luces dirigiéndose directamente hacia él, y rápidamente intenta hablar con el otro capitán por radio: -Aquí el capitán del “Invencible”, dirigiéndose a barco sin identificar, estamos en rumbo de colisión, cambie su rumbo 10 grados al sur…cambio. –No, rectifique más bien usted su rumbo 10 grados al norte…cambio. - ¡Oiga, que soy un capitán, y le ordeno que cambie su rumbo 10 grados al sur! ¡Cambio! -Pues mire, yo solo soy un marinero de segunda, pero insisto en que sea usted el que cambie su rumbo 10 grados al norte…cambio. - ¡Pero es que esto es un portaaviones, y tengo prioridad…tengo prioridad! ¡Cambio! - ¡Me da igual, esto es un faro, y si no cambia de rumbo se va a estrellar!
La limosna al ciego:
Un cieguito estaba sentado en una esquina pidiendo limosna. Para llamar la atención, usa una lata donde hay una moneda, la cual tira con precisión al aire y la recoge con la misma lata, de forma que cada vez que la moneda cae en la lata hace ruido, mientras él dice: "Una limosnita para el cieguito”, "Una limosnita para el cieguito”. Alguien va pasando por ahí, y cuando el cieguito lanza la moneda, decide coger la moneda en el aire para ver cómo reacciona el ciego. El cieguito sigue con su procedimiento, y como no oye el ruido, asustado exclama: ¡Ya me sobé, ahora además de ciego, quedé sordo! Equipo experimentado [Confiar “ciegamente” en la ayuda de los demás] Están los pasajeros en la sala de embarque esperando la salida del vuelo. De repente llega el copiloto impecablemente uniformado con anteojos oscuros y un bastón blanco tanteando el camino. La empleada de la compañía aclara que, si bien el copiloto es ciego, es el mejor copiloto que tiene la Empresa. Al poco rato llega el piloto, con el uniforme impecable, anteojos oscuros y un bastón blanco asistido por dos azafatas. La encargada de la sala aclara que también el piloto es ciego, pero que es el mejor piloto que tiene la compañía y que, junto con el copiloto, hacen la dupla más experimentada. Con todos a bordo, el avión comienza a carretear, tomando cada vez más velocidad, y los pasajeros entrando en pánico. El avión sigue tomando velocidad, pero no despega. Continúa la carrera y sigue en tierra. Cada vez el final de pista está más cerca y en una explosión de histeria general los pasajeros comienzan a gritar como locos. En ese momento el avión milagrosamente toma altura, entonces el piloto le dice al copiloto: – ¡El día en que los pasajeros no griten, nos vamos a estrellar! El niño y el miedo a la oscuridad. [Para misa con niños] La mamita manda al niño a la parte trasera de la casa a que traiga la escoba. El niño dijo: mami no quiero ir porque está oscuro. La mamá sonrió y muy segura le dijo: No debes tener miedo, Jesús está en todas partes, él está ahí, velará por ti y te cuidará. El niño miró fijamente a la mamá y le dijo: ¿seguro que él está ahí, mamá? - ¿Sí? - Completamente segura, él te ayudará cuando tú lo necesites, dijo ella. El niño se quedó pensando un momento, luego fue hacia la puerta de atrás, la movió sigilosamente, y asomando su cabecita con recelo en la oscuridad, dijo: Jesús, si estás ahí afuera, ¿me alcanza la escoba? Ojalá “Lloviera” [Para misa con niños] Dos cieguitos van caminando por el desierto, bajo un intenso calor. Ya sofocados, uno de los ciegos dice: “Ojalá “Yo-viera” – Y el otro le responde: “Ojalá yo también” |