Cristo pagó por todos: Se sube un padrecito -bastante ancianito- al bus a un viaje de varias horas. Se sienta cómodamente, saca la biblia y se pone a leer. Enseguida se pone a orar, y al poco rato saca su rosario y comienza a rezar. Cuando llega la persona encargada de verificar
su boleto le dice: - "Padre, ¿me
permite su boleto por favor?", - el padre, no queriendo distraerse de
su rezo, mete la mano al bolsillo queriendo sacar el boleto, pero en su lugar
saca una estampita con la imagen de Cristo Rey en la cruz. En ella decía: “Cristo
pago por todos”! - A lo que le dice el boletero: "Disculpe
padrecito, pero, como yo soy ateo, me temo que, si no me muestra su boleto,
¡voy a tener que bajarlo!
El americano y el Rey. [Jesús Reina en su amor cercano] Cuentan que hace años, un soldado americano que viajaba en un autobús en Suecia le dijo al hombre que iba sentado junto a él: "América es el país más democrático del mundo. Cualquier ciudadano puede ir a la Casa Blanca a ver al presidente y discutir los problemas con él". Y el hombre le contestó: "Eso no es nada. Aquí en Suecia, el rey y la gente viajan en el mismo autobús". Cuando el hombre se bajó del autobús, le dijeron al americano que su compañero de asiento era el mismísimo Gustav Adolf, rey de Suecia. Aviso parroquial: [Cristo, único Rey vencedor]Un párroco, al terminar la Eucaristía dio el siguiente aviso parroquial: “El torneo de baloncesto de la parroquia continuará el próximo miércoles por la tarde con el partido entre nuestra parroquia y la parroquia de Cristo Rey: ¡Acompáñenos a derrotar a Cristo Rey! El Rey de la selva: [Dios no se impone a la fuerza…] Estaba el Rey león todo borracho caminando por la selva; toma entre sus patas al conejo, lo levanta por las orejas, lo acerca amenazadoramente a sus ojos y le pregunta: Conejo, ¿Quién es el rey de la selva? ¡Tú León, sólo tú!, responde el conejo asustado. El León lo suelta y hace lo mismo con la tortuga y el jabalí. Luego se encuentra al elefante, le agarra por la trompa y le pregunta: Elefante, ¿Quién es el rey de la selva? Y el elefante lo enrolla en su trompa, lo golpea repetidas veces contra los árboles, y lo lanza contra un muro de piedra. Se levanta el león todo moribundo y le dice: ¡Bueno, si no te sabes la respuesta, no tienes porqué enojarte tanto! Cristo: Rey y juez bondadoso Como el juez prometió ser indulgente con ocasión de la Navidad, le pregunta a un acusado: - Hombre! bienvenido a mi juzgado. – ¡Guardias, tráiganle un café! ¿De qué se le acusa? – Señor juez, me acusan haber hecho mis compras navideñas con anticipación. - Hombre, pero eso no es un delito, ¿Cuénteme, con cuánta anticipación usted hizo las compras? – pues antes que abrieran la tienda. Hijo pretensioso: […Reino de humildad: Jesús, manso y humilde] [Misa con niños] Un niño, hijo de un famoso rey de Roma, le dice a su padre el rey:Papá, cuando sea grande, me gustaría ser como tú. El rey, todo vanidoso le dice: ¿Eso me parece muy bien hijo…y como para qué? - ¡Para ser tan grande e importante como yo? – Y el hijo le responde: - claro que no papá. -Yo quisiera ser como tú, para tener un hijo como yo.! Cumpleaños del rey león: [Para misa con niños] El león reúne a todos los animales de la selva y les dice: mañana habrá una fiesta por mi cumpleaños. El sapo, interrumpiéndolo grita: sí, sí, bravo, bravo, mañana habrá fiesta. El león mira muy feo al sapo, y continúa hablando… Y espero que vengan todos a las 7 pm…Y el sapo vuelve a interrumpirlo: sí, sí, bravo, bravo, mañana habrá fiesta. Y el león se le queda viendo feo al sapo otra vez y dice: espero que vengan todos menos alguien que me cae mal. Le preguntan todos los animales que quién es, y dice le león: es verde, chaparrito y feo, y todos voltean a ver al sapo, y el sapo poniéndose colorado dice: “pobre cocodrilo, tan buen amigo que es”! Examen final [El examen definitivo será frente a Jesús] [Para misa con niños] Luego de presentar los exámenes finales, Jaimito llega a su casa. Su papá le pregunta: – ¿Qué tal te fue mijito? – No se papá, pero el maestro que me hizo el examen era muy religioso. - ¿Y eso por qué lo dices? – Porque mientras corregía mi examen decía: ¡Ay Dios mío! ¡Santa Madre de Dios!. |