Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, 4° Domingo Adviento, 20 de Diciembre de 2020, Ciclo B

publicado a la‎(s)‎ 21 dic 2020, 5:41 por Diseño Web Santa Ana Centro Chía   [ actualizado el 21 dic 2020, 5:59 ]

Adornos pasajeros… [Adornamos todo, menos lo esencial] 

   Un hombre fue al teatro para escuchar un buen concierto. Al día siguiente fue al café, y como era muy hablador, explicó el concierto con todo de detalle a los amigos que estaban sentados con él en la mesa. Relató el concierto con toda perfección, el teatro, el escenario, los decorados, los vestidos de los cantores, los instrumentos, las personas que asistieron etc., etc., y, cuando acabó, uno le dijo que había explicado muchas cosas, pero que no había hablado de cómo había sido el concierto, si le había gustado o no. 

   Lo dijo en voz alta para que le oyera bien, pero él, con tristeza, le contestó que no podía decir nada, porque era sordo. Esto mismo creo que les ocurre a muchas personas. Preparan la comida, adornan la casa, invitan a la familia, beben champaña, cantan villancicos, etc., pero no ven a Jesús, porque no tienen el corazón limpio. 

Nota: Muchos preparan la comida, adornan la casa, invitan a la familia, beben champaña, cantan villancicos, dan regalos, etc., pero ni ven, ni escuchan a Jesús, porque el corazón lo tienen ocupado en cosas efímeras. 

El sueño de María: [Una historia que cuestiona el olvido de Dios]

   Le dice María a José: Tuve un sueño, José.... realmente no lo pude comprender, pero creo que se trataba del nacimiento de nuestro Hijo; creo que sí…era acerca de eso. La gente estaba haciendo los preparativos con seis semanas de anticipación. Decoraban las casas. Salían de compras y adquirían costosos regalos. Era muy peculiar, ya que los regalos no eran para nuestro Hijo. 

    Los envolvían con hermosos papeles y los ataban con preciosos moños, todo lo colocaban debajo de un árbol. Si, José, un árbol que también estaba decorado. Las ramas llenas de adornos que brillaban. Había una figura en lo alto del árbol, me parecía ver una estrella o un ángel, ¡oh! Era verdaderamente hermoso. 

   Toda la gente estaba feliz y sonrientes, emocionados por los regalos; se los intercambiaban unos con otros, José; pero no quedó ninguno para nuestro Hijo. Sabes José, creo que ni siquiera lo conocen, pues nunca mencionaron su nombre; ¿no te parece extraño que la gente se meta en tantas carreras y afanes para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen?

   Tuve la extraña sensación de que si nuestro Hijo hubiera estado en la celebración, hubiese sido un intruso solamente. Todo estaba tan hermoso, José y todos tan felices, pero yo sentí enormes ganas de llorar. Qué tristeza para nuestro niño Jesús, ser ignorado en su propia fiesta de cumpleaños. ¡Pero estoy contenta porque sólo fue un sueño - ¡Qué terrible José, si esto hubiera sido realidad! 

Tradición de navidad: [Algo tendrá que cambiar en esta navidad] 

   Una joven mujer preparaba con mucho entusiasmo un jamón para la cena. Después de cortarle un pedazo a la punta del jamón, lo coloca en una refractaria para hornearlo. Su hija le pregunta: ¿por qué le cortas un pedazo al jamón? - Ella le contesta: pues la verdad es que no sé, pero siempre vi a mi mamá haciéndolo así, por eso siempre lo hago. 

   Más tarde, hablando esta con su mamá, le preguntó a su vez, el por qué cortaba el final del jamón antes de hornearlo, a lo que la madre le respondió: no sé, esa fue la manera como mi mamá siempre lo hacía. 

   Unas semanas después, la joven mujer visitó a su abuela y aprovechó para preguntarle: Abuela, ¿porqué es que tú le cortas la punta al jamón cuando la vas a meter al horno? – Su abuela le contestó: bueno querida, porque esa es la única forma en que puedo lograr que el jamón quepa en la refractaria.!!! 

Niño estratega […Cómo lograr un regalo de navidad] 

   El pequeño Ramoncito quien tenía 9 años y era hijo único le preguntó a su mamá: ¿mamá cuándo llega papá de viaje? La mamá le dijo: lleva apenas unos días creo que le tomará otra semana de trabajo y regresará. Ramoncito vuelve a preguntar ¿Mamá: y si jugamos que yo soy papá mientras el regresa? Bueno mi amor, no veo por qué no. Y comienza ella preguntando ¿querido que quieres de almuerzo? Hamburguesa con papitas fritas, responde Ramoncito, ella pensó: le seguiré la corriente. 

   Llegó la hora del almuerzo, le sirvió la hamburguesa y las papas. El niño se paró y dijo: voy a hacer la siesta. Que siesta ni que siesta, tienes que ir al colegio. Pero si quedamos en que yo jugaba a ser papá, y estamos jugando, ¿no? Si, y seguiremos jugando, pero cuando vuelvas del colegio. Al regresar del colegio, el niño no ha olvidado el juego y le dice a su mamá: querida ya llegué; mis onces por favor. 

   Claro querido…y así hasta la noche. Querido, dice la mamá: ve a cepillarte los dientes y te acuestas. El niño va, se cepilla; luego va y se acuesta en la cama de los papás. ¿No te dije que te fueras a acostar? Querida, yo soy el hombre de la casa y esta es mi cama. Además, de noche es cuando se ventilan las cosas importantes, así que vamos a hablar como hacen los matrimonios: ven y acuéstate. 

   La mamá, entre desconcertada y molesta, pensando, qué mañas le habrán enseñado en el colegio…Pensó: ¡me va a tocar mandarlo a dormir con dos palmadas! – No obstante, decide averiguar y acostarse. Se acuesta y el niño en su papel de hombre de la casa se acomoda y mirando a su mamá le dice: querida se acerca navidad, ¿qué tal si le compramos la bicicleta al niño? 

Jesús te está mirando: [Por la obediencia de María…Para niños desobedientes] 

   La mama de Jaimito se disponía a salir de compras de navidad y le dice a su hijo que se quedara juicioso, que no fuera a entrar amiguitos mientras ella estuviera fuera. Que debía arreglar su cuarto Y lo hizo prometer que cumpliría con su petición. Pero al irse la mamá, Jaimito, desobediente, llamó a su amigo Jesús para que jugara con él, y jugaron tan entretenidos que cuando menos pensó su mamá estaba de vuelta, y no le dio tiempo de salir a su amiguito. 

   Jesús se esconde debajo del mantel de la mesa. Al entrar la mamá pregunta, ¿Dejaste entrar a alguien mientras yo no estaba?", "no, mamá", "seguro, Jaimito?", "sí mamá, seguro", "Jaimito… ¡Jesús te mira y sabes cuándo mientes! - y dice Jaimito: ¡Jesús salga que ya te pillaron! 

María, el orgullo de nuestra raza: [Los hijos juiciosos: orgullo de sus padres]. 

   En una navidad, se encuentran dos madres que presumían de sus hijos. Una le dice a la otra: - Mi hijo es gerente de una empresa transnacional. Se encarga de negocios importantes. Su nuevo puesto le ha caído como anillo al dedo. ¿Y el tuyo? – El mío se siente como pez en el agua. - ¿Ah sí? ¿Y qué hace? – Nada. 


ĉ
Diseño Web Santa Ana Centro Chía,
21 dic 2020, 5:59