Dios entregó
a su propio Hijo por nosotros. [Ejemplo de
generosidad].
Cuentan que había dos hermanos que se
querían con toda el alma. Ambos eran agricultores. Uno se casó y el otro permaneció
soltero. Decidieron seguir repartiendo toda su cosecha la mitad para cada uno.
Una noche el soltero soñó: – ¡No es justo! –
Mi hermano tiene mujer e hijos y recibe lo mismo que yo, que estoy solo. – Iré
por las noches a su granero y le añadiré varios sacos sin que él se dé cuenta.
A su vez el hermano casado una noche soñó: – ¡No es justo! – Yo tengo mujer e
hijos y mi futuro está con ellos asegurado. – A mi hermano, que está solo,
¿quién lo ayudará en su vejez? – Iré por las noches a su granero y le añadiré
varios sacos sin que se dé cuenta.
Así lo hicieron ambos hermanos. Y ¡Oh,
sorpresa!, ambos se encontraron en el camino, una misma noche, portando sacos
uno para el otro. Se miraron, comprendieron lo que pasaba y se abrazaron
orgullosos el uno del otro, y su lazo fraterno era aún más fuerte, y para
siempre.
¿Creer
cuando estamos en apuros?: [El que no cree ya está juzgado]
Un ateo estaba paseando en un bosque,
admirando todo lo que aquel “accidente de la evolución” había creado. “- Pero
¡qué árboles majestuosos! ¡Qué poderosos ríos! ¡Qué animales tan bellos!” - iba
diciendo. A medida que caminaba, a lo largo del río, escuchó un ruido en los
arbustos, tras de sí. Se volteó para mirar, y fue entonces cuando vio un
corpulento oso pardo caminando en su dirección. Se puso a correr lo más rápido
que podía.
Miró por encima del hombro y reparó que el
oso estaba demasiado cerca. ¡Aumentó la velocidad! Era tanto su miedo que
algunas lágrimas le vinieron a los ojos. Fue entonces cuando tropezó y cayó de
bruces. Rodó por el suelo rápidamente e intentó levantarse. Pero el oso ya
estaba sobre él, procurando agarrarlo con su fuerte pata izquierda y, con la
otra pata, intentando agredirlo ferozmente.
En ese preciso momento, el ateo clamó:
–“Dios mío ayúdame!”. Entonces el tiempo se detuvo. El oso se paralizó. El
bosque quedó en un silencio sepulcral, y hasta el río dejó de correr. A medida
que una luz clara brillaba, una voz venía del cielo diciendo: – “Tú negaste mi
existencia durante todos estos años, enseñaste a otros que no creyeran en mí,
que yo no existía, y redujiste la creación a un simple accidente cósmico.
¿Esperas que yo te ayude a salir de este apuro? ¿Debo yo esperar que tengas fe
en mí? - El ateo miró directamente a la luz y le dijo: ¡Sería, de hecho,
hipócrita de mi parte, pretender que de repente, me trate como un
cristiano! ¿No podrías mejor convertir al oso en cristiano?” – “Muy bien”, dijo la voz.
La luz despareció. El río volvió a correr. Y
los sonidos del bosque retornaron. Y
entonces, el oso juntó sus patas, hizo una pausa, bajó la cabeza y dijo:
“Señor, bendice este alimento que ahora me voy a comer. Amén”.
El poder de
la cruz-eta…
Transitaba normalmente un automóvil
particular por una vía de la ciudad, cuando inesperadamente fue golpeado en la
parte posterior por un bus de servicio público que marchaba a alta velocidad.
El conductor del bus, lleno de ira, se bajó del bus, armado con una cruceta -de las que utilizan para cambiar llantas-,
con el firme propósito de agredir físicamente al conductor del automóvil, al
que acababa de chocar.
Pero ocurrió que, en el momento en el que el
chofer del bus – con la cruceta en la mano - iba a golpearlo, quedó perplejo y
lleno de pánico al ver que el conductor del pequeño automóvil estaba armado y
apuntándole con una pistola. Entonces, el chofer del bus sólo acertó a decirle
a gritos y con la cruceta en lo alto: “Por
esta cruz, que fui yo quien tuvo la culpa”
Vendo
“amuletos” [La Cruz: fuente de
vida y salvación]
Se encontraron Carlos y Juan, amigos que hacía
mucho tiempo no se veían. Carlos le pregunta a Juan: “¿Cómo te ha ido?”. “Muy
mal – responde Juan con acento sombrío -. Mi esposa me dejó y se fue con mi
mejor amigo. Perdí todos mis ahorros jugando en las maquinitas. El banco me
acaba de quitar la casa. Mi padre salió al campo y lo mató un rayo. Mis dos
hijos se metieron en las drogas. Y a mi perro lo atropelló ayer un camión”.
“¡Cómo lo siento! – le respondió Carlos -. Y dime Juan: ¿Y ahora, entonces, a
qué te dedicas?”. Y Responde Juan: “Yo…Vendo
amuletos para la buena suerte”.
Amor que
todo lo puede…
Le manda el novio a la novia el siguiente mensaje por WhatsApp:
Amor mío: Por
ti soy capaz de cualquier cosa. Cruzar nadando el océano, escalar la cima más alta del mundo,
gritar a los cuatro vientos que te amo, enfrentar a cualquier obstáculo que nos
separe por difícil que sea. ¡Oh, es que te amo tanto! - Atentamente,
Tu novio. Nota: Iré
a verte el Jueves… Si no llueve....
Mirad el árbol de la Cruz…[…Que
nos defiende del peligro…][Misa con niños]
Jaimito estaba arriba de un árbol, y su
mamá, desesperada, le grita: - Jaimito bájese de ese árbol. Jaimito contesta: -
No, no quiero. Vienen dos policías y le dicen: - Jaimito, que se baje de ese
árbol. - Jaimito contesta: - No, no quiero. Luego, vienen los bomberos y
le dicen: Jaimito, tiene que bajarse de ese árbol, y Jaimito les contesta: -
No, no quiero.
Entonces, sabiendo que el párroco del pueblo
tiene gran poder de convicción, lo mandan llamar. Llega el padre, que era
grandote y, de manera solemne, le hace la señal de la cruz a Jaimito, y Jaimito
inmediatamente, como un rayo veloz, se baja del árbol. La mamá, extrañada, le
pregunta: ¿Y Por qué, al padre, sí le hiciste caso de bajarte? - y Jaimito
responde todo asustado: - Es que el Señor Cura me hizo así: O se baja…+… O corto el árbol…