Una oveja ante el tribunal: [Escuchar la voz de quienes nos aman] Cuentan que un humilde pastor fue arrestado por haberse robado una oveja. Él juraba que era inocente, que la oveja era suya y que hacía días que la echaba de menos. Cuando el caso fue llevado ante el juez, éste perplejo, no sabía cómo resolverlo. Finalmente decidió que trajeran la oveja a la sala y mandó al acusador que saliera de la sala y desde la puerta llamara a su oveja. La llamaba insistentemente, pero la oveja no respondió a su voz, sólo levantaba la cabeza asustada. El juez, luego mandó salir al acusado, para que desde la puerta llamara a la oveja. Cuando éste comenzó a llamarla, la oveja saltó y corrió hacia la puerta. Estaba claro que la oveja conocía la voz de su amo. El juez declaró el caso cerrado. Pastor presumido: Un pastor encuentra 5 huevos en una caja de zapatos con $10,000 dólares. Pide explicación a su esposa y ella le dice: yo me propuse colocar un huevo por cada mal sermón que dieras y un dólar por cada buen sermón. Entonces, el pastor, con cierto aire de altivez piensa que los billetes eran por todos los buenos sermones, y para reafirmar su sentimiento de presunción, le pregunta: …y ¿qué me dices de los billetes? – Ella le responde: cada vez que yo juntaba una docena de huevos, los vendía y guardaba el dinero. El ladrón se salta la tapia: [Solícito Pastor de su rebaño] Un campesino, cansado que le robaran la huerta, se queda un día escondido para ver quién es la persona que le robaba por la noche, y descubre que son dos jóvenes que entran por un roto que tiene la cerca. Al día siguiente, el campesino les espera en la cerca con un garrote. A penas asoma la cabeza uno de ellos, le da un garrotazo, tumbándole los dientes. El joven, mal herido y sin dientes, retrocede y, tapándose la boca con la mano, le dice al cómplice: - ¡Entra tú…que a mí me da mucha risa! No abrir la puerta a extraños: [Los hijos conocen la voz de sus padres. Jesús, única puerta segura]. [Para misa con niños] Los papás tienen que salir de casa para hacer diligencias. Antes de irse, les recomiendan a sus hijos que no abran a nadie la puerta. – Nosotros nos llevamos las llaves. Así que no abran, a nadie, ¡pero a nadie! – Podría ser un ladrón o alguien para asustarlos. ¿Entendido? - Los niños aceptan y prometen no abrir a nadie. Al cabo de un rato tocan a la puerta. Recordando lo que sus padres les han dicho deciden no abrir. Pero vuelven a tocar la puerta. La niña, de tres añitos, muy asustada, le pregunta al hermanito de cinco añitos: ¿Qué hacemos? – Y el niño tomando la iniciativa, e intentando poner un vozarrón de hombre, pregunta: ¿Quién toca a peta? Las ovejas conocen mi voz. [Las ovejas no conocen la voz de los extraños] Un grupo de doctores van caminando por el gran cañón del colorado. El guía les dice: Bueno doctores y doctoras, ante ustedes el Gran Cañón. Ícono del “eco”. El único capaz de producir un eco de ¡10 repeticiones! – En eso, un doctor ensaya diciendo: soy siquiatra. Eco: soy siquiatra, soy siquiatra, soy siquiatra, soy siquiatra. Una doctora dice: soy médico general. Eco: soy médico general, soy médico general, soy médico general. Viene otro doctor y dice: soy otorrinolaringólogo. Eco: Soy Otorrino… ¿Qué? Llamar a la puerta: Eran las 3.30 de la mañana, había un terrible aguacero y un borrachito gritaba: -Alguien que me empuje. Una señora escucha y despierta al marido: - Amor, ve y ayuda a ese pobre señor que se le debió quedar atascado el carro y no hay quien le ayude. El marido, bastante enojado, abre la puerta de la casa, sale en pleno aguacero que no se veía nada y en eso grita: - Señor, ¿en dónde está para empujarlo? Y el borracho contesta: ¡Acá…en el columpio! El río y el político: [No creer en falsas promesas, ni voces llamativas y extrañas] En la plaza de una población, a pocos días de realizar las elecciones para alcaldes, estaba el más popular de los candidatos a la Alcaldía, y en medio de su discurso le dice a sus seguidores: -¡Yo les prometo, que les construiré el puente!- Uno de los presentes, toma la palabra y responde: -Pero doctor, si aquí no hay río, para qué el puente. A lo que el político le responde: - ¡También, les construiré el río! El lorito predicador: [Predicar exige valentía, porque el lobo anda suelto…]
Un lorito fue entrenado para dar un sermón en una iglesia, y le tocaba justo el día del buen pastor. Ya en el púlpito se asustó al ver repleta la iglesia y muy nervioso movía la cabeza de un lado para otro. El entrenador del lorito, al ver que no arrancaba se acercó y en tono fuerte le dijo: “O hablas o te quito las plumas y te hecho al corral de las gallinas”. El loro, inmediatamente comenzó a hablar diciendo: “Hermanos, oremos porque el enemigo anda suelto”. Pastores: [Para Misa con niños]
En una ocasión, la profesora de la guardería les pidió a sus alumnos que como iban a participar en una obra de teatro, vestidos de pastores, que fueran buscando el traje. Al llegar a la casa, Miguelito, todo feliz, se lo contó a la mamá. Ella le dijo: ¡Qué buena idea! y le propuso comprar un traje bien bonito. No obstante, Miguelito le dijo que él ya sabía de qué se iba a disfrazar: Ah, ¿sí? Y ¿de qué te vas a disfrazar? —Y el niño respondió: ¡De pastor alemán! |