Manos que sirven. [La suegra de Pedro se puso a servirles]. Cuentan que una viuda le dijo un día a su párroco: “He oído que va a contratar a un señor para que barra la iglesia. Yo me ofrezco a hacerlo gratis. El dinero que le iba a pagar puede destinarlo a obras de caridad. La señora, cada mañana cuando terminaba su trabajo nocturno limpiando oficinas, iba a la iglesia, barría, quitaba la mugre y todo quedaba limpio y en orden. Años más tarde, ya enferma el párroco fue a visitarla. La viuda le dijo: Estoy a punto de morir y me pregunto qué le diré al Señor cuando me pregunte qué he hecho. Y el párroco le dijo: “No diga nada, simplemente muéstrele sus manos”. Asistente de cardiología: [Manos de Dios, prolongadas en nuestras manos] Comenta un sacerdote: “Hace unos días visité a un cardiólogo. En un momento me di cuenta que al lado de su mesa tenía colgado un Crucifijo. No resistí a la tentación y le pregunté ¿por qué lo tenía tan visible? Se sonrió y me dijo: No eres el primero que me pregunta. Pero los dos somos cardiólogos. Con frecuencia le miro y me enseña a mirar a mis pacientes. Se lo muestro y no se imagina cuánto se serenan cuando lo ven a él con el corazón abierto. A muchos colegas no les cae muy bien y hasta las parece absurdo. A mí y a mis pacientes nos ayuda mucho”. Yo le suelo decir: “tú eres mi asistente de cardiología”. Ejemplo de Doctor: [Jesús, médico de cuerpo y alma]
Un famoso escritor fue invitado una vez, por un renombrado cirujano, a contemplar una difícil operación que iba a realizar. Mientras el cirujano llevaba a cabo los preparativos necesarios para la operación, parecía confiado, pero un poco nervioso. Luego, emprendiendo el camino hacia el quirófano, se detuvo un momento e inclinó la cabeza (mientras rezaba en su interior).
Más tarde durante la operación, sus manos se veían tranquilas. Mucho tiempo después, el escritor expresó su sorpresa de que un cirujano rezara. Dijo: Yo creía que un cirujano confiaba en la ciencia y en su propia capacidad. El cirujano le contestó: ¡Un cirujano es solamente un hombre! No puede hacer milagros por sí mismo.
Estoy seguro que la ciencia no podía haber avanzado tanto, si no fuera por algo más fuerte que el solo hombre. Y concluyó el cirujano diciendo: “Me siento tan cerca de Dios cuando estoy operando, que no sé dónde termina mi habilidad, y dónde comienza la de Dios”. Jesús: el mejor Medico. [Porqué esperar curaciones espectaculares]? Jesucristo se dedicó, por una temporada a reemplazar al médico de una E.P.S. Un discapacitado entra a consulta pidiendo ayuda. - ¿Qué le ocurre? – Que no puedo caminar. –El Señor Jesús le dice: “Levántate y anda” - ¡Que no puedo, dice el invalido! – Y le reitera el Señor Jesús: “He dicho que se levante y ande YA” – El hombre se levanta y se va andando, muy enfadado de la consulta. Al salir, otros pacientes le preguntan: - ¿Qué tal? ¿Cómo es el nuevo médico? – ¡Igual que todos! – ni siquiera me miró! El celular [Para los distraídos…] Un joven va al doctor y le dice: ¿Doctor, no levanto cabeza, me rio sólo, no hablo con nadie, me hablan y no pongo cuidado, parezco un ente, vivo en otro mundo…qué tendré doctor? Y el doctor le responde…Lo que usted tiene es: ¡Un celular! La suegra perfecta: Unas señoras jóvenes están hablando de sus suegras: Una dice: mi suegra me critica todo lo que hago; otra dice: mi suegra, llama todo el tiempo a mi marido. Otra dice: la mía está malcriando a mis hijos. Otra dice: yo sí conozco a alguien que tiene la suegra perfecta. ¿De verdad?, - dicen las otras- y quién es? – Y ella les responde: ¡mi esposo! Gastroenteritis [Para los niños]
Una niña va al médico y este le dice: Usted tiene una “Gastroenteritis coleriforme”. La niña salió corriendo asustada y le dice a la mamá: mamá, mamá, el médico me dijo que lo que yo tengo es: un “gato enterito con uniforme”. |