La Iglesia en lo alto de una montaña de Suiza
Una
iglesia construida en lo alto de una montaña en Suiza, era muy hermosa y había
sido edificada con mucho cuidado. Pero por sorprendente que parezca era una
iglesia que no tenía luz. Los
domingos, al atardecer, la gente de los alrededores contemplaba siempre el
mismo milagro. Las campanas
sonaban y los feligreses subían lentamente la colina para la celebración
dominical. Entraban todos a la
iglesia y ésta, de repente, se llenaba de luz y de un gran resplandor.
Los feligreses subían con antorchas que las colocaban en las paredes para
que su luz llenara toda la iglesia. Si los fieles eran pocos la luz era tenue, pero si eran muchos, la luz
era más intensa. Terminada la
celebración, los fieles regresaban a casa con sus antorchas encendidas y
quienes los veían bajar la colina, contemplaban un río de luz que salía de la
iglesia e iluminaba la montaña. Eran los fieles que salían de la Iglesia que se
convertían en luz para los que no creían. La Palabra de Jesús se hacía real: “vosotros sois la luz del mundo”.
La viga de hierro: [El poder de ser Sal y Luz en
un mundo endurecido]
Érase
una viga de hierro muy dura que había que romper. "Yo haré el
trabajo", dijo el hacha. Y comenzó a golpear con fuerza el hierro y a cada
golpe que daba su filo se iba dañando hasta que dejó de dar golpes.
"Déjame a mí", dijo la sierra. Y comenzó a trabajar la superficie del
hierro hasta que sus dientes se gastaron y se rompieron. Y se dio por vencida.
Ah, dijo el martillo, yo sabía que no lo iban a conseguir.
Déjenme
a mí. Y después del primer golpe, el martillo voló por el aire y la viga de
hierro seguía igual. "¿Me dejan intentarlo?", preguntó tímidamente la
llama de fuego. "Ni lo intentes", le contestaron el martillo, la
sierra y el hacha. "¿Qué puedes hacer tú?" Pero la llama rodeó el
hierro, lo abrazó, lo calentó, lo fue ablandando y no lo dejó hasta que se
fundió bajo su fuego y su luz poderosa.
Pilotos expertos: […Señales confiables de luz, en la pista del Reino…]
Están
todos los pasajeros en la sala de embarque esperando la salida del vuelo. De
repente, llega el copiloto impecablemente uniformado con gafas oscuras y un
bastón blanco, tanteando el camino. Una empleada de la compañía aclara a los
extrañados pasajeros que, si bien es ciego, es el mejor copiloto que tiene la
empresa.
Al poco rato llega el piloto, con el uniforme
impecable, gafas oscuras y un bastón blanco, asistido por dos azafatas. La
misma empleada aclara, a los ahora preocupados pasajeros, que también el piloto
es ciego, pero que es el mejor piloto que tiene la compañía y que, junto con el
copiloto, hacen un equipo más que experimentado.
Con
todos a bordo, el avión comienza a carretear, tomando cada vez más velocidad,
con los pasajeros francamente aterrorizados. El avión sigue tomando velocidad,
pero no despega.
Continúa
la carrera, pero sigue en tierra. Cada vez el final de pista está más cerca y
en una explosión de histeria general, los pasajeros comienzan a gritar como
poseídos. En ese momento el avión, milagrosamente, toma altura. Entonces el
piloto le dice al copiloto: - ¡El día que los pasajeros no griten
“nos estrellamos!
Servicio secreto: [La fe no
tiene sentido si no se testimonia]
A la salida de misa el
sacerdote saludaba a los feligreses, y en eso vio a uno que muy rara vez venía
a misa. Llevándoselo a un sitio aparte le dijo: - Bienvenido amigo; tú
necesitas unirte al ejército de los fieles de Dios. Y el joven le respondió: -
Padre: “Yo ya estoy en el ejercito de Dios”. El sacerdote le pregunta: - ¿Y
entonces porqué solo te veo en misa en navidad y en pascua de Resurrección? Y
él joven le contestó: - “Es que yo formo
parte del servicio secreto”.
Estamos en
quiebra: [Imposible escondernos a la Luz de Dios…]
Un empresario hablaba con su socio: Es
lamentable, pero estamos en quiebra. ¿Y qué haremos con el personal? – pregunta
el socio. Por el momento tendremos que ocultarlo.
Entiendo, no les diré nada. Recuerda, nuestra quiebra debe quedar en el más
absoluto secreto. Y el socio le dice: Justamente eso fue lo que les dije a unos
periodistas.
Tontos o astutos: [Encender la imaginación para lo bueno]
Dos ladrones, -aprovechando que se fue la
luz, se paran frente a la vitrina de una joyería y empiezan a contemplar un
hermoso collar de diamantes. Un ladrón le pregunta al otro: ¿Cuánto crees que nos darían por esa joya? El
otro ladrón le responde: Pues, yo pienso que de 5 a 8 años de cárcel. Lección: “Hay demasiados tontos” que al irse la
luz dicen: Estamos a oscuras. Mientras que hay “otros astutos” que encienden un fósforo y se alumbran de
inmediato.
Las notas de Jaimito: [Cómo esconder lo evidente? – Misa con niños]
Llega Jaimito a casa y, escondiendo las notas
detrás de la espalda, le ofrece un bolígrafo a su papá, y le dice: - Papá, ¿sabes firmar con los ojos cerrados?
Gallo genio: [Cerrar
los ojos…Y ver con la luz del alma]
A los niños les voy a hacer una pregunta:
¿Ustedes saben por qué el gallo cierra los ojos cuando canta?......R/: Porque
se sabe la canción de memoria…