La estatua: [Las maravillas de la nueva ley, la ley del
amor]
Un
obispo le encargó a un escultor, una estatua de piedra para la catedral. Cuando
llegó el día de entregarla, el escultor se sentía mal, no estaba satisfecho de
su trabajo y no le gustaba su estatua. Llamó a su ayudante para que le ayudara
a transportarla y le dijo que ya tenía ganas de quitarse de encima ese muerto.
Su ayudante de mal humor, no pronunció palabra.
Entonces
el escultor recordó las veces que le había maltratado e insultado durante el
trabajo y, como iban para la catedral, el escultor le pidió perdón. En el
camino, el escultor se encontró con su mujer que estaba enojada y no quería
viajar con ellos. Pero el escultor, con humildad, le pidió perdón y ella con
una sonrisa, se unió a ellos. Por último, se encontró con el cantero que le
había vendido la piedra para hacer la estatua.
El
cantero le miró enojado porque no le había pagado lo prometido. El escultor se
disculpó con él, le pagó la deuda y viajó con ellos. Cuando llegaron a la
catedral, la esposa del escultor invitó al obispo para que viera la estatua
mientras el escultor, su ayudante y el cantero la descargaban. Cuando la
descubrieron, todos se maravillaron de su extraordinaria belleza. Cuenta la moraleja que el escultor descubrió
que cada vez que pedía perdón y se reconciliaba, la estatua adquiría una
belleza adicional…se hacía más hermosa.
Como el iceberg. [Elegir el bien o el mal…la vida o la muerte…Los
límites de la ley…]
El iceberg, esa inmensa mole
luminosa, aparece solitario y separado, pero todo él, es agua; tanto la pequeña
parte que se ve, como la parte sumergida bajo el mar. El océano entero; todo es
agua que se manifiesta en formas diferentes… Como el iceberg, así
nosotros tenemos una pequeña parte consciente y otra extensa zona “sumergida” e
inconsciente que, poco a poco,
vamos descubriendo, con esfuerzo laborioso: “Es
la búsqueda del bien y la perfección en la nueva ley del amor”
Me niego [Buscando excusas: La ley es la ley…así uno le dé
vueltas]
Un policía detiene a un tipo
que maneja dando zigzag, sospechando que está en estado de embriaguez. El
policía le ordena que sople para analizar su nivel de alcohol. El tipo se
niega: Oh no, oficial, no puedo soplar. Padezco de asma crónica, y podría morir
de un ataque de asma. Bueno, - dice el policía - pues vamos al cuartel para tomarte
una muestra de orina.
El tipo protesta otra vez: No,
tampoco puedo hacer eso porque soy diabético y si orino me daría un bajón de
azúcar y podría morir. Pues iremos al cuartel a tomarte una muestra de sangre
para ver el nivel de alcohol que tiene en la sangre. Tampoco puedo hacer eso,
soy hemofílico y podría morir desangrado. En su último intento el policía le
dice: Está bien, bájate del carro y camina por esta línea blanca. Tampoco puedo
hacer eso, oficial. ¿Y cuál es la excusa ahora? Pues…¿no ve que estoy borracho?
Por
infringir la ley.
Va un hombre en un Ferrari, un tanto
borracho y con exceso de velocidad, saltándose todos los semáforos, y al final
atropella a un viejito. El hombre todo preocupado se baja del errari y le
pregunta al viejito: ¿Cómo se siente? - ¡Tengo dolor de cabeza, me duele todo
el cuerpo, me siento con un desaliento terrible! – El hombre del Ferrari le
dice: ¡ Ah no!...!Usted lo que tiene es
gripa!
El rigor de las calorías
Un hombre fue con su hijita a la tienda para
comprar lo que le había encargado su esposa. No sólo compraron todo lo que
estaba en la lista cuidadosamente preparada, sino que también regresaron a casa
con un paquete de galletas de chocolate. -
“¿Por
qué compraste esas galletas?... preguntó la esposa.
-Sabes que no son buenas para la salud.” – “No
te preocupes mi amor, esas tienen una tercera parte menos de calorías de lo
normal,” –respondió su esposo”. La esposa buscó y buscó por todo el paquete, a
ver dónde decía tal cosa, y no encontró nada. – ¿Y qué te hace pensar
eso? –le preguntó la esposa. –
“Es que, de camino a casa nos comimos la
tercera parte.”
Pues SI…Pues NO [A
ustedes les basta con decir Si o No]
Un Señor, en la vía de Chocontá a Bogotá,
llevaba esperando bus más de dos horas, pero nadie lo recogía. Hasta que, rato
después un camión se detiene, abre la puerta, se sube, cierra la puerta y
saluda al conductor, pero este no le responde. El pasajero mira de reojo al
conductor y le parece bravo y de mal genio.
Entonces piensa para sus adentros: ¿Qué hago
para entablarle conversación? Será que, si le digo que soy hincha de
millonarios…Y que tal que me responda que él es hincha de Santafé, y me haga
bajar…Si le digo que está haciendo frio, que tal que me diga que está haciendo
calor y me haga bajar…Y si le digo que me gusta la música de Pedro Infante, qué
tal que me diga que a él le gusta la de Toña la negra y me haga bajar… Yo no me
arriesgo a que me baje y tenga que seguir esperando bus por más tiempo, mejor
me quedo callado.
Así fue. Se quedó callado por un rato más
hasta que no se contuvo y de un momento a otro dijo: ¡Pues SI! - Y el conductor le respondió: ¡Pues NO, y se baja…!
¿Qué otra opción
tengo? [Que
vuestro si sea si, que vuestro no sea no]
En un vuelo de Bogotá París, a un pasajero
ubicado en segunda clase, la auxiliar de vuelo le informa que de almuerzo le
tiene jugo con sandwche, que si está de acuerdo. El pasajero, le pregunta:
señorita, ¿qué otra opción tengo?, y la auxiliar de vuelo le contesta: SI o NO.
Gemelos. [Acomodar la ley, con tal de no cumplirla] [Misa para con niños]
La
mamá de Jaimito había tenido gemelitos. Por lo cual el papá de Jaimito le dice:
Dile a la maestra que no vas a ir esta semana a la escuela. Sí papá, contestó
Jaimito. Cuando regresó Jaimito de la escuela, el papá le preguntó: ¿Qué te
dijo la maestra?... - Que bueno y que muchas felicidades por el bebé. Y el papá
le dice muy enojado: ¡Y es que no le dijiste que eran dos niños?
- ¡No, es que el otro lo guardé para la otra
semana!