Un estudiante pregunta a su
maestro en artes marciales: -Maestro, ¿me puede enseñar la sabiduría? -Sí,
puedo. -Enséñemela entonces en seguida. - ¿En seguida? De acuerdo. Ve al
cementerio, insulta a los muertos y después vuelve para contarme lo que te han
dicho. El estudiante va al cementerio, insulta a los muertos y regresa. -
¿Insultaste a los muertos? -Sí, Maestro. - ¿Y qué te dijeron? -Nada, Maestro...
No respondieron.
Entonces ve otra vez al cementerio y adula a esos muertos. El estudiante va otra vez al cementerio, adula a los muertos y regresa. - ¿Adulaste a los muertos? -Sí, Maestro. - ¿Y qué te dijeron? -Nada, Maestro... Nada. -Ésa es la sabiduría. ¡Sea que te insulten, o sea que te adulen, no debes reaccionar! Como los Muertos. La Canasta de Basura [Nadie de lo que no tiene] Un hombre rico le entregó una canasta con basura a un hombre pobre. El hombre pobre sonrió y corrió con la canasta, la vació, la lavó, la llenó de flores y se la dio de regreso. El hombre rico se asombró y le preguntó: ¿Por qué me ha dado flores, si yo le di basura? El hombre pobre le dijo: ¡Porque cada uno da de lo que tiene en su corazón! ¿Libres o prisioneros? [San clemente Hofbauer, Co-patrono de Austria] Al entrar su país en guerra, dos amigos fueron alistados. Cayeron en manos de los enemigos y fueron encerrados en un campo de concentración durante dos años. Recibieron mal trato. Cuando acabó la guerra fueron puestos en libertad, y tras abrazarse entrañablemente cada uno reemprendió su propia vida.Transcurridos diez años, los dos amigos se encontraron de nuevo y se abrazaron con profundo regocijo. Después uno le preguntó al otro: ¿Has olvidado ya a nuestros carceleros? No, en absoluto. No he dejado de odiarlos durante este tiempo. ¿Y tú? ¡Yo les olvidé en el mismo momento en que nos pusieron en libertad! ¡Así que, amigo mío, yo llevo diez años libre, mientras tú sigues prisionero! Sed perfectos…ayudando a los demás. San clemente Hofbauer, Co-patrono de Austria, como sacerdote consagró su vida a albergar a los niños sin familia que en el siglo XIX poblaban las calles de Europa. Recorría por la noche los restaurantes de Viena recogiendo dinero en un sombrero. En cierta ocasión, en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, alargó su sombrero hacia un hombre muy conocido por sus posturas anticlericales. Al pedirle dinero, el hombre, sin mediar una palabra, escupió al sacerdote en la cara. El padre Clemente sacó del bolsillo de su pantalón un pañuelo, se limpió la cara y le dijo: “Esto me lo ha dado usted a mí. Ahora por favor deme algo para mis niños.” El hombre sorprendido por la reacción del sacerdote, sacó su cartera y echó todo el dinero que tenía en el sombrero de San Clemente. A partir de ese día se convirtió en benefactor de los niños. No devolváis mal por mal [Misa con niños]
Dos vecinas están hablando, y una le dice a otra: - Ay vecina, me da mucha pena que mi gallina haya destrozado su jardín. - No se preocupe, - dice la otra- porque mi perro acaba de comerse su gallina. - Menos mal, - replica la primera-, porque mi carro acaba de matar a su perro.
¿Vender cara la derrota?: […Y no me dejo y no me dejo]
Una mujer ejecutiva destinada temporalmente en Paris por negocios, recibe una carta de su novio desde Argentina. La carta decía lo siguiente: "Querida Laura: Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa es demasiado grande. Tengo que admitir que te he sido infiel diez veces desde que te fuiste y creo que ni vos ni yo nos merecemos esto, lo siento. Por favor devuélveme la foto que te envié. Con amor. Roberto". La mujer, muy herida, pidió a todas sus compañeras de trabajo que le regalaran fotos de los novios, hermanos, amigos, tíos, primos, etc. Junto con la foto de Roberto, incluyó todas esas otras fotos que había recolectado de sus amigas. Había 57 fotos en el sobre y una nota que decía: “Roberto, perdóname, pero no puedo recordar quien eres! Por favor, busca tu foto en el paquete y devuélveme el resto”. El que la hace, la paga…Al caído caerle Gregorio le cuenta a un amigo lo que le pasó la noche anterior. Iba yo caminando por una calle solitaria cuando de pronto escucho unos golpes y dije: debe ser una pelea, y pensando que se trataba de dos contra dos, me agaché para ver; y no. Eran tres contra uno…y ahí me entró la duda. - ¿Qué hago?: ¿me meto, o no me meto?; y al fin me decidí. Y qué hiciste, dice el amigo. - Lógico…Le dimos una paliza entre los cuatro. ¿La venganza no es dulce? Un hombre encuentra una lámpara mágica, la frota y sale un genio que le dice: - Pide 3 deseos, pero ten en cuenta que a tu peor enemigo le daré el doble que a ti. – Bueno.Quiero 50 millones de dólares. - ¡Concedido, pero tu peor enemigo tiene ya 100 millones! – Ahora, quiero que me hagas príncipe. – Concedido, pero tu peor enemigo acaba de ser nombrado rey. – Entonces, ahora dame un susto…Pero que me deje “medio muerto”. La venganza no es buena: Mata el alma y la envenena. [Misa con niños] Llega Jaimito de la escuela, atacado llorando, y la mamá le pregunta: “Por qué está llorando? – Jaimito le responde: ¡Es que un compañero más grande me cascó! - La mamá furiosa y con ganas de ir a desquitarse, toda enojada le pregunta con fuerte voz: ¿Y usted no se vengó?... Y Jaimito, aun llorando le responde: Mamá - ¡Si no me vengo, me mata! Ahora ya sabe [Ojo por ojo] [Misa con niños] Un niño de 6 años llegó llorando a donde a su mamá, porque su hermanita le había halado el cabello. -No te enfades, -le dijo su mamá. –Tu hermanita es pequeña y no sabe que halar el pelo duele.Un momento después, al escucharse más llanto, la mamá salió a investigar qué pasaba. En esta ocasión era la niña la que estaba llorando sin consuelo. Entonces, la mamá le pregunta al niño qué había pasado… Y el niño le responde: No te enfades mamá: -Ahora ella ya sabe que duele…!
|