Peregrinos que vamos hacia el cielo… [Que el mundo no nos cambie el destino] Cuentan que Chesterton que era muy despistado. En una ocasión, viajando en el tren, el revisor le pidió el billete. El empezó a buscarlo por todos los bolsillos y no lo encontraba. Se iba poniendo cada vez más nervioso. Entonces el revisor le dijo: “Tranquilo, no se inquiete, no le haré pagar otro billete”. “No es pagar lo que me inquieta- repuso Chesterton- lo que me preocupa es que he olvidado a donde voy”. “Misión cumplida, a continuar” Jesús llegó a los cielos, y el Padre celestial y los ángeles celebraron una fiesta para darle la bienvenida. Había globos, pancartas, confetis, música y un gran cartel que decía: “Bienvenido a casa, Misión cumplida”. Uno de los ángeles le hizo una entrevista sobre su estancia en el mundo de los hombres para el periódico, “Celestial journal”. -Y ahora que tú, Señor Jesús, has dejado la tierra, ¿quién va a continuar tu tarea? -Once hombres que me aman, contestó Jesús. -¿Y si fracasan? ¿No tienes un plan B? -No. No hay plan B. Yo estaré con ellos!!! Vaya, Usted con Dios: [Para misa con niños] Una vez, al terminar una reunión de la comunidad, la gente le dijo al sacerdote: “padre ¡vaya usted con Dios!”. El padre les respondió: “¡queden con Dios!”. Y una niña le preguntó a su mamá: “mamá; Dios, ¿se va o se queda?”. Se va, porque confía en nosotros, pero se queda porque nos deja su bendición en nuestro corazón, como cuando yo me voy de viaje pero te dejo mi bendición. 4.- Bajar... ¡y subir también! El Papa San Juan XXIII, en cierta ocasión, siendo nuncio en París, lo llevaron a un campamento militar a bendecir unas instalaciones. Luego le presentaron a un grupo de paracaidistas a quienes les habló un rato, terminando con estas ingeniosas palabras: - No quisiera, muchachos, que olvidaran esto: que por estar acostumbrados a bajar del cielo en paracaídas, se les olvide que lo importante es subir a él… Jesús, camino confiable. En química: convirtió el agua en vino. En biología: nació sin la normal concepción. En física: desmintió la ley de gravedad cuando ascendió al cielo. En economía, refutó la ley de la disminución al alimentar 5.000 personas con sólo cinco panes y dos peces. En la historia, él es el Principio y el final. Y aunque Dios no tiene política: A él, le dio todo el poder en el cielo y en la tierra. Para ascender, el amor es la clave. [Celestial desquite] Después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a las puertas del cielo. Mientras espera por San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y todos los que habían partido antes que ella, sentados y disfrutando un suculento banquete. Cuando San Pedro llega, ella le comenta: ¡Qué lugar tan lindo! ¿Cómo hago para entrar? – San Pedro le dijo: Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez, entras; si te equivocas, vas directo al infierno. Ok, ¿cuál es la palabra? “AMOR”. Ella la deletreó correctamente y pasó al cielo. Un par de años después, San Pedro le pidió que vigilase los portones por ese día. Para su sorpresa, aparece el que fue su marido. - ¡Hola, qué sorpresa! - dice ella - ¿Cómo estás? - Ah....Pues he estado muy bien desde que falleciste. Me casé con aquella bella enfermera que te cuidó, gané la lotería y me hice millonario. Entonces vendí la casa donde vivíamos y compré una mansión en el barrio alto que siempre te gustó. Viajé con mi nueva esposa por Europa, Asia y Oceanía. Estábamos de vacaciones en los Alpes, justamente cuando decidí esquiar. Me caí..., el esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy. ¿Cómo hago para entrar querida? - Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez, sin equivocarte, puedes entrar, si no, vas directo al infierno, para siempre, dijo ella. OK, ¿Y cuál es la palabra? PARANGARICUTIRIMÍCUARO… Ir por las alturas Un arzobispo hace un viaje en avión. Al despegar le pide a la azafata que le sirva una copita de vino. A los pocos minutos, la llama de nuevo y le pregunta: - ¿A qué altura vamos? - ¡A mil quinientos pies - contesta la azafata! - ¡Entonces...tráigame otra copita de vino! A los pocos minutos la llama de nuevo y le pregunta: - ¿A qué altura vamos? - ¡A cinco mil pies! - contesta la azafata - ¡Entonces, tráigame otra copita vino! - Poco después pregunta de nuevo: - ¿A qué altura vamos? - ¡A Veinte mil pies! - ¡Otro vinito... por favor! Al momento recapacita y dice: ¡No, no…mejor tráigame agua, porque a esta altura puede verme el jefe! Antes de irse al cielo: [Sabio y religioso consejo] Una madre superiora irlandesa de 98 años, estaba en su lecho de muerte. Las monjitas la rodeaban intentando hacerle cómodo su ascenso al cielo. Trataron de darle leche calientica pero no la quiso. Una monjita se llevó a la cocina el vaso de leche, recordó que tenía una botella de buen cognac que les habían regalado en navidad y le puso dos buenos tragos a la leche. Volvió a donde la superiora y le acercó el vaso a la boca. La superiora bebió un sorbito, luego otro y otro hasta que se tomó hasta la última gota. Las monjitas le dijeron: “Madre, danos una última palabra de sabiduría antes de morir; danos tu mejor consejo”. Y sin fuerzas, medio se incorporó y les dijo: ¡Por favor no vendan esa vaca!!! Correo Equivocado: [Ligeros de equipaje, preparar nuestra Ascensión] Un matrimonio decide ir a pasar vacaciones en una playa del Caribe, en el mismo hotel donde pasaron la luna de miel 20 años atrás, pero debido a problemas de trabajo, la mujer no puede viajar con su marido, quedando en que llegaría unos días después. Cuando el hombre llegó y se alojó en el hotel, vio con asombro que en la habitación había una computadora con conexión a Internet. Entonces decidió enviar un email a su mujer, pero, se equivocó en una letra y sin darse cuenta lo envió a otra dirección. El email lo recibe por error una viuda que acababa de llegar del funeral de su marido, y que al leer su correo electrónico se desmayó instantáneamente. El hijo de la viuda al entrar en la habitación encontró a su madre en el suelo sin conocimiento, a los pies de la computadora, en cuya pantalla se podía leer: “Querida esposa: He llegado bien. Probablemente te sorprenda recibir noticias mías por esta vía, pero ahora tienen computadora y puedes enviar mensajes a tus seres queridos. Acabo de llegar y he comprobado que todo está preparado para cuando llegues este próximo viernes. Tengo muchas ganas de verte y espero que tu viaje sea tan tranquilo como ha sido el mío”. P.D. No traigas equipaje, ven ligera de ropa, que aquí hace un calor infernal!” Despedida solemne… [Antes de subir al cielo] Ella, ya en las últimas y como queriendo despedirse, le dice a su anciano esposo: viejito, ¿te acuerdas cuando me rompí la pierna?... tú estabas a mi lado. ¿Te acuerdas cuando me robaron mi carro?... también estabas a mi lado. ¿Te acuerdas cuando se inundó la casa? …tú estabas a mi lado… Amor…tú me traes mala suerte…! Subir por el poste… Iba entrando un doctor a un manicomio y en el patio observó una fila de loquitos cerca de un poste, el doctor observó al que iba subiendo, que una vez arriba del poste, dijo: "Muy cierto" y se bajó. Luego subió otro y dijo: "Así es, es verdad" y se bajó. Al salir, el doctor volvió a ver una larga fila cerca del poste, y se preguntó que habría al final del poste, que atraía tantos loquitos. A la medianoche cuando los loquitos dormían, se subió al poste con una linterna para ver por qué todos los loquitos subían una y otra vez. Al llegar arriba se percató de una nota que decía: "Aquí se terminó el poste". La tienda y el cementerio: [Estaremos mejor en el cielo]
En un pueblo, dos tipos no se podían ver. Uno administraba una tienda, y el otro un cementerio, que quedaba justo frente a la tienda. El administrador de la tienda, para ofender al del cementerio, colocó en la puerta de la tienda un letrero grande que decía: “Aquí se pasa mejor que enfrente”… Y el administrador del cementerio para desquitarse, colocó en la puerta del cementerio otro letrero más grande que decía: ¡¡¡Aquí están los que se la pasaban enfrente!!! |