“Eucaristía, Presencia Real
del Señor y Celestial Manjar”
Diferencia
entre el cielo y el infierno. [Jesús
se dio en eterna comida para alimentar a los demás…]
Una leyenda China dice que la diferencia
entre el cielo y el infierno es muy pequeña. “El maestro quiso que su discípulo
lo experimentara por su cuenta. Para ello, lo llevó primero a la sala del
infierno. Allí se encontró en el centro una mesa llena de arroz. En torno los
condenados, cada uno tenía una cuchara muy larga en la mano. Tan larga que
cuando quería meter el arroz en su boca hambrienta les era imposible. Allí
estaba el arroz, pero todos se morían de hambre. Lo pasó luego a la sala del
cielo.
La escena era la misma, entonces el alumno
preguntó: ¿Y dónde está la diferencia si el panorama es el mismo? ¿Tú crees que
es el mismo? ¿No te das cuenta que aquí comen todos y ninguno pasa hambre? La
gran diferencia está en que el infierno impera el egoísmo: ni come ni da de
comer, porque cada uno se aferra a su cuchara y piensa en su propia hambre,
mientras que en el cielo cada uno piensa en el hambre del otro, y nadie come
con su propia cuchara, sino con la cuchara del otro.
Alimento de eternidad.
Un hombre escribió una carta al
director del periódico de su localidad, y comentaba el poco sentido que había
tenido para él acudir a la Eucaristía cada domingo. “He ido durante treinta
años -escribía-, y desde entonces he escuchado algo así como 3.000 homilías. Pero
no puedo recordar una sola de ellas. Pienso entonces que he gastado mi tiempo y
los sacerdotes el suyo dando sermones de balde.
A
raíz de aquella carta comenzó una pequeña polémica en las cartas al director de
aquel periódico. Continuó durante semanas, hasta que alguien escribió unas
breves líneas que sorprendentemente callaron a todo el mundo. "Llevo
casado 30 años. Desde entonces he tomado aproximadamente 32.000 comidas y
cenas. Pero no puedo recordar el menú entero de ninguno de esos días. Sin
embargo, no por eso debe deducirse que haya sido en balde. Me alimentaron y me
dieron fuerza para vivir, y si no hubiera tomado aquellas comidas, habría
muerto."
Pan compartido… [Dios
extendido]:
Era un día lluvioso y gris.
Allí estaba frente a mí, una niña apenas cubierta con un vestidito todo roto.
Eran más agujeros que tela. Sus cabellitos mojados, tiritando de frío, sola y
hambrienta. Y contemplando esa escena le reclamé a Dios.
“¿Cómo es posible que
habiendo tanta gente que vive en la opulencia, permitas que esta niña sufra
hambre y frío? ¿Cómo es posible que te quedes ahí tan tranquilo, ante tanta
injusticia, sin hacer nada? ¿Acaso no eres todopoderoso?” Luego de un silencio
que me pareció interminable, sentí la voz de Dios que me contestaba:
¡Claro que he hecho algo! ¡Te hice a ti!…
¡Ayúdala! Moraleja: La clave de la verdadera felicidad es la “comodidad”: es decir: COMO DÍ…DAD.
Ser pan para los demás
Poca gente sabe que Gaudí tuvo que salir a
la calle a pedir dinero para poder proseguir las obras del templo de la Sagrada
Familia. En una de esas visitas, exitosa, ocurrió lo siguiente: —Muchas
gracias, dijo Gaudí. —No, no me dé las gracias. En realidad, no supone
sacrificio para mí. —Entonces, con gracia, añadió Gaudí: no sirve. Mejor dicho,
no le sirve a usted.
Vea de
aumentarlo hasta sacrificarse… ¡Le será más agradable a Dios! Porque la caridad
que no tiene el sacrificio como base no es verdadera y tal vez no sea más que
vanidad. El caballero se quedó boquiabierto. El hombre reflexionó, y
comprendió, y entregó un donativo mucho mayor. – Y dijo: Ahora soy yo quien le
agradece, a Ud. Señor Gaudí.
Buenos como el pan
¡Cuál sería la mayor aspiración
de un pan de trigo si él fuera persona? – Ser completamente integral.
Albino:
Cierto día, un niño que se
llamaba Albino, estaba jugando en la calle, y llegó la hora de almorzar. Su
mamá abrió el balcón y le dijo: - ¡Albinooooooo!, venga que el almuerzo está
listo. – Albino respondió: Yo no voy, no tengo hambre. – Mire, si no viene,
llamo a tu papá, ¿Oyó? – Que yo no voy.
En esto que sale el papá y
le grita: - ¡Albinooooooo!, Venga ahora mismo a almorzar, o te doy una paliza. –
Que no quiero ir, que no y que no, respondió Albino.
- ¡Mira que, si no viene,
llamo al abuelo! Seguidamente el abuelo salió con una escopeta en la mano: -
Albino, ven ahora mismo a almorzar. – “¡Que no voy, respondió Albino!”
– Pues
ahora verás:
El abuelo dispara dos tiros al aire: PAN, PAN…Y al PAN PAN…ALBINO VINO.
Panadero pobre…
Un padre de familia muy rico,
con muchos autos: Mercedes, BMW, Toyota, Cadillac, entre otros, muy preocupado
porque no podía salir a ninguna parte con su familia por la inseguridad de las
carreteras, decide comprar un Renault 4 para los fines de semana: - ¡En este
carro, - le dice a su familia-, no vamos a despertar sospecha! Si nos
secuestran, decimos que yo soy panadero, y que vivimos de una panadería de
barrio¡, Ok? – Se van a dar la vuelta a Cuernavaca y efectivamente los
secuestran y los interrogan por separado.
A la pregunta por “sus bienes
materiales”- El padre responde: - Yo soy panadero, y todo el sustento de mi
familia proviene de lo poco que nos queda de la panadería. La madre a su vez
les responde: - Mi esposo es panadero, y yo le ayudo en la panadería. De eso
vivimos todos. El hijo mayor por su lado dice: - Yo hasta me tuve que salir de
estudiar, para ayudarle a mis padres en la panadería. Todo iba muy bien, hasta
que le preguntan al menor: - ¿Y cómo se llama la panadería de tu papá? – Y él
responde: ¡BIMBO!
El plato más grande. [En la Eucaristía, a todos se nos da por igual…]
En una familia numerosa y de
pocos recursos, conformada por los padres y 6 hijos, el menor de ellos siempre
se quejaba porque según él, a sus hermanos les daban más comida en plato que a
él. La verdad es que la mama a todos les servía por igual. Un día el papá de
los niños llamó a su esposa y le dijo: Como estamos en el mundial, el patrón
nos invita a ver un partido y a comer.
La señora vio la ocasión perfecta para dar a su hijo, la porción del
papá. En eso, el niño llamó a la mamá y le dijo que llegaría tarde porque tenía
que hacer una tarea en grupo, que por favor le guardara la comida. La señora le
guardó en el horno el plato con la doble porción y al llegar el niño y ver el
plato, lo único que atinó a decir fue: Ja… Si este es mi plato, ¿Cómo sería el
de mis hermanos?
No solo de pan vive el hombre:
Pregunta el juez al acusado:
¿así que robo ese pan porque tenía hambre? Sí señor. ¿Y entonces por qué se llevó
el dinero que había en la caja? Y el acusado responde: porque no solo de pan
vive el hombre.
Pan gratis.
En una cárcel, un preso comenta
indignado a su compañero de celda: - Oiga, es absurdo y ridículo lo que están
haciendo conmigo. - ¿Por qué?.- Porque me metieron aquí por robar pan, y ahora
me lo traen gratis todos los días.
Me robaron el pan: [Para
misa con niños]
Policía, policía… Dime pequeño - Me robaron
mi pan. ¿Y estaba solo? ¡Noo¡ con bocadillo y quesito”.