Los huevos de pascua:
Un niño que nació con problemas físicos estaba en clase. La maestra dice a todos los niños, se aproxima la pascua, lleven a su casa un huevo plástico y tráiganlo lleno de algo que represente la vida. Al día siguiente cada niño presentó el contenido del huevo. Uno lo trajo con una flor; otro traía una mariposa, otro lo trajo lleno de agua y así todos. La maestra pasó por alto al niño enfermo; y este le dijo: maestra y a mí no me va a preguntar. La maestra le dijo a ver que traes en el huevo.
El niño dijo: está vacío. Pero yo dije que trajeran algo dentro, dijo la profesora. Todos los demás niños se reían. Entonces miró a todos y dijo: si, está vacío como la tumba de Jesús: la maestra no sabía que decir y después de un rato le preguntó: ¿y sabes por qué está vacía la tumba de Jesús? El niño respondió: a Jesús lo mataron y lo pusieron dentro, entonces Papito Dios lo llevó al cielo. El premio fue para ese huevo vacío. Al poco tiempo el niño enfermo murió. Cuando la maestra fue a dar el pésame encontró a un lado del féretro los 19 huevos de sus compañeros de clase completamente vacíos.
La vendedora de flores:
La vendedora de flores sonreía, su rostro arrugado resplandecía de gozo. Por impulso tomé una de sus flores. Se ve muy bien esta mañana, le dije!. Claro, exclamó, sobran los motivos. Aquella mujer, vestía tan pobremente y se veía tan frágil que su actitud me intrigó. Sobrelleva sus problemas admirablemente, la elogié.
Ella me explicó, entonces: cuando crucificaron a Cristo el viernes Santo, fue el día más triste de la historia. Y tres días después, él resucitó. Por eso he aprendido a esperar tres días siempre que algo me aflige. Las cosas siempre se arreglan de una u otra manera en ese tiempo. Seguía sonriendo al despedirse de mí; sus palabras me vienen a la mente cada vez que estoy en dificultades: “Hay que esperar tres días”. Los dos naranjos: […No tengamos miedo, Cristo ha vencido la muerte] Dentro de un cementerio antigu9o, al borde de la pared crecieron dos naranjos. El sacristán que ayudaba al párroco tenía un amigo borracho que lo invitó a su casa, cerca al cementerio. Era el mes de noviembre, mes de las almas. Se pusieron a tomar todo el día; se les hizo tarde. El sacristán afanado porque tenía que tocar las campanas, regresó con su amigo. Al pasar por el cementerio vieron unas luces dentro. Trataba de mirar pero la grieta era pequeña, no veían nada, pero sí escuchaban hablar a dos que decían: Una para usted y otra para mí…una para usted y otra para mí. El sacristán le dijo: para mí que Dios y el diablo se están repartiendo las almas, recuerde que es el mes de las ánimas. Si, debe ser eso, dijo el amigo lleno de miedo. El miedo llegó al máximo cuando una de las voces dijo: afuera has dos: una para usted y otra para mí…y al instante los dos borrachos emprendieron carrera hasta llegar a la iglesia y allí cayeron privados del susto. El párroco y algunos feligreses para comprobar lo ocurrido y con sorpresa pudieron ver que a los naranjos les faltaba los frutos. Dos loquitos: [Ha resucitado…no está aquí] Un loco toca a la puerta de una casa; entonces abre la puerta un segundo loco y pregunta: ¿A quién busca?...el primero contesta: Te busco a ti. El segundo responde: déjame ver si estoy [se retira y cuando vuelve, dice]: Oye, no estoy. El primero exclama: Qué lástima porque venía a pagarte un dinero que te debía. El segundo dice: permítame voy a ver si ya vine [se retira y al volver le dice]: Oye amigo, ya vine. El primero exclama: ¡Lástima porque ya me fui!!! El lorito de la vecina: [Porqué lloráis…ha resucitado] Cierta vez, un señor que llega borracho a su casa a las 4 de la mañana, y como no tenía llave se dirigió al patio de su casa, de repente ve que el perro de su casa tiene un lorito muerto en la boca, y el tipo dice: ¡Dios mío!, si es el lorito de la señora del lado. Al señor le dio pena y puso al lorito en la jaula de la vecina y se acuesta a dormir. Al otro día se despierta y ve que su esposa está llorando y le pregunta: ¿Amor, por qué estas llorando? Y le dice su esposa: Es que se murió la vecina del lado. Y dice el esposo: Cómo va a ser, si ayer la vi bien y en perfectas condiciones. Y le dice la esposa: Es que le dio un infarto esta mañana. Porque ayer había enterrado al lorito que se le murió y se le apareció en la jaula esta mañana. Concurso en un velorio: En una dinámica de grupo para trabajar en una empresa multinacional, se le hizo la siguiente pregunta a tres candidatos ¿Qué le gustaría que dijeran de usted en su velorio? El primer candidato dijo: Que fui un gran médico y muy buen padre de familia El segundo candidato dijo: Que fui un hombre maravilloso, excelente padre de familia, y un profesor de gran influencia para la juventud. Pero el tercero, ganó el concurso con su respuesta: Me gustaría que en mi velorio dijeran... ¡¡Mire, se está moviendo!! Nota: como apunte, también puede servir este que envié el V domingo de cuaresma Chofer de carroza fúnebre Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta. El taxista grita, pierde el control del carro; casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciendo pedazos los vidrios. Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice:
-¡Mire amigo, jamás vuelva a hacer eso! ¡Casi me mata del susto! - El pasajero, impresionado le pide disculpas y le dice: -No pensé que se fuera asustar tanto, solo por tocarle el hombro. El taxista le dice: -Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista. -¿Ah…Y antes que hacía? -¡Durante 25 años, fui chofer de carroza fúnebre! |