Demasiado tarde: El abuelo había insinuado en varias ocasiones que le encantaría tener un D.V.D para ver unas películas Cantinflas que le gustaban. Hijos y nietos ofrecían dar cada uno un aporte del precio, pero no se ponían de acuerdo. En todas las navidades, comprometidos con tantos gastos por otros regalos, se justificaban diciendo: lo que papá necesita es una cobija para estos fríos, seguro que la agradecerá. Hasta que llegó la Navidad de este año y por fin los hijos y nietos se pusieron de acuerdo para comprar el D.V.D. que tanto deseaba. Llegaron a la casa del abuelo y le dijeron: - Te traemos buenas noticias... - Te trajimos tu D.V.D.... El Abuelo les responde: - les tengo malas noticias... - Me quedé ciego. Eric y el mendigo: Érase una familia que viajaba el día de Navidad. De vuelta a casa pararon a comer. El restaurante estaba casi vacío. Eric, un bebé de dos años, saludó con su manita y su parloteo a un mendigo que allí se encontraba. Hola, pequeño amigo, le dijo el viejo vagabundo. Y Eric continuó riendo y diciéndole cosas. Sus padres se sentían muy molestos e incomodos y con afán por salir rápido. Cuando fueron a pagar, Eric corrió hacia el vagabundo y descansó su cabecita en su hombro. Los ojos del hombre se cerraron y las lágrimas brotaron de sus ojos tristes. Sus manos arrugadas y sucias acariciaron al niño y le dio unas cariñosas palmaditas en la espalda. Después con voz firme le dijo a la madre: "Cuide muy bien a este niño. Dios los bendiga. Gracias Señora, me ha dado usted mi regalo de Navidad". La madre corrió hacia el coche con Eric en sus brazos diciendo: ¡Dios mío, perdóname! El ladrón madrugador En el día de navidad, el juez quiso ser menos duro con los ladrones ese día. En el primer juicio, le pregunta al acusado: “de qué se le acusa? – de haber hecho mis compras navideñas con anticipación. - Hombre…Pero eso no es un delito!!! - ¿Y…con cuánta anticipación las compró usted? - Pues antes de que abrieran la tienda. El mejor regalo de navidad: Tres hermanos que vivían lejos de su pueblo natal y se habían vuelto ricos, discutían para ver quién había dado el mejor regalo de navidad a su anciana madre. El 1° dijo: “yo le construí una mansión”. El 2°, dijo: “yo le envié un Mercedes con todo y chofer”. El 3° sonrió y dijo: “yo les gané a los dos… ¿Recuerdan cómo le gustaba a mamá leer la Biblia?... y como ustedes saben, ella ya casi no puede ver, así que le conseguí un loro carísimo, grandotote y hermoso que recita de memoria la biblia entera. Es un loro hermoso y único. A los monjes les tomó 12 años amaestrarlo en el manejo de la biblia. Mamá sólo tiene que decirle el capítulo y el versículo y el loro se lo recita de memoria”. Poco después, la anciana madre les envió cartas de agradecimientos a los tres hijos: “José, la casa que me construiste es tan grande que yo sólo ocupo un cuarto y tengo que limpiar todo el día”. “Pedro, estoy muy vieja para viajar, así que rara vez uso el Mercedes y el chofer es un haragán…”, Querido Manolo: tú si sabes lo que le gusta a tu madre…La gallina estaba deliciosa…”. Todo por una bicicleta: [La estrategia del pequeño […Y todo por una bicicleta para navidad]
El pequeño Ramoncito, de 9 años e hijo único le preguntó a su mamá ¿cuándo llega papá de viaje? - La mamá le dijo: lleva apenas unos días, creo que llegará la otra semana. Ramoncito vuelve a preguntar ¿Mamá y si jugamos que yo soy papá mientras el regresa? Bueno mi amor, juguemos. Ella le pregunta: ¿querido qué quieres de almuerzo? Hamburguesa con papitas fritas, responde Ramoncito.
La mamá pensó: voy a seguirle la corriente. Llegó la hora del almuerzo, le sirvió la hamburguesa y las papas y el niño almorzó. El niño agradeció y dijo: voy a hacer la siesta. Qué siesta, ni qué nada, tienes que ir al colegio. Pero si soy tu esposo y estamos jugando ¿no es así? - Si, y seguiremos jugando, pero cuando vuelvas del colegio. Al regresar del colegio el niño no ha olvidado el juego y le dice a su mamá: querida ya llegué; mis onces por favor. Claro querido… y así hasta la noche.
Ve a cepillarte los dientes y te acuestas, le dice la mamá. El niño obedece, pero va y se acuesta en la cama de los papás. ¿No te dije que te acostaras? - Querida yo soy el hombre de la casa y esta es mi cama además de noche es cuando se hablan las cosas importantes…así que vamos a hablar como hacen los matrimonios. La mamá un tanto intrigada y molesta, - pensando que le tocaría mandarlo a dormir con unos fuetazos en la cola-, no obstante, decide averiguar y acostarse. El niño en su papel de hombre de la casa, se acomoda y mirando a su mamá le dice: ¿Querida se acerca la navidad, que tal si le compramos la bicicleta al niño?! WhatsApp celestial En Navidad, Dios siempre acostumbraba a hacer un regalo a sus ángeles. Y este año decidió obsequiarles un celular para comunicarse mejor y más rápido con ellos. Uno de los ángeles inmediatamente creó un grupo de WhatsApp y agregó a dicho grupo a Dios y a todos sus compañeros ángeles. Al principio en los mensajes se respiraba un ambiente angelical. Pero poco a poco la comunicación se fue deteriorando. Un ángel no paraba de compartir chistes sin “gracia” sobre Dios; otro solo publicaba sus selfies volando entre las nubes; otro angelito parecía mudo, nunca opinaba de nada; otro, se limitaba a poner emoticonos; y otro siempre andaba criticando a la humanidad. Y Dios, al contemplar tanto desorden, estuvo tentado en salirse del grupo. Pero finalmente decidió hacer algo que siempre le había funcionado: agregó a su Hijo Jesús… y la Palabra se hizo whatsApp y habitó en ese grupo. |