Lecciones de Vida para Crecer en la Fe, Solemnidad de La Epifanía del Señor, 3 de Enero de 2021, Ciclo B

publicado a la‎(s)‎ 4 ene 2021, 6:36 por Diseño Web Santa Ana Centro Chía

Regalos de Reyes: [Llevamos la firma de Dios, aunque en renglones torcidos]

   Un joven le había regalado a su mamá, en el día de su cumpleaños, un cubrecama que a ella le pareció bastante viejo y feo. Aunque el cubrecama le desagradaba totalmente, porque pensaba que no le había ni 20 dólares, la señora lo tendía cada vez que el hijo venía a visitarla, con el objetivo de no ser descortés con él. 

   Un día mientras la señora estaba tendiendo el cubrecama de mala gana, empezó a ver en la televisión un programa sobre objetos firmados por artistas famosos y, con gran sorpresa, descubrió que el cubrecama que ella estaba tendiendo había sido hecho por un artista muy famoso y que su costo no era de 20 sino de 10.000 dólares. Admirablemente un instante después de haberse enterado del precio, el mismo cubrecama adquirió otra belleza a los ojos de la desagradecida señora. 

Buscar en el lugar correcto: [Cristo, Luz inconfundible] 

   Un día, Jacinto perdió las llaves de casa. Ya de noche, el pobre hombre aún andaba a gatas, a la luz de un farolillo de aceite, buscando en vano las llaves. Perdida ya la esperanza, casualmente pasó por allí un viejo amigo suyo.  –¡Hola Jacinto! ¿qué haces? –preguntó el buen hombre. –Estoy buscando mis llaves –contestó Jacinto desconsolado. Viendo el abatimiento de su amigo, el hombre, que era tan bueno como el pan, decidió ayudarle a buscar las llaves. Pero los minutos pasaban y pasaban, y las llaves de Jacinto no aparecían por ningún lado. 

   Al cabo de un buen rato de búsqueda infructuosa alrededor del farolito, aquel hombre, que no veía nada clara la situación, quiso entender qué había sucedido realmente: –Vamos a ver, Jacinto: pero ¿tú dónde has perdido las llaves? –En el jardín de casa –murmuró él. –Entonces, ¿qué hacemos buscando aquí, alrededor del farol? –Hombre, ¡porque aquí hay más luz! –contestó Jacinto sin pensárselo dos veces. 

Acordes divinos: [Jesús, manifestación inconfundible de Dios. Para niños] 

   En un restaurante chino hay un grupo de amigos disfrutando de la música que interpreta un conjunto. De pronto, un solista empieza a tocar una pieza maravillosa que les resulta conocida. Todos reconocen la melodía, pero ninguno puede recordar su nombre. Entonces llaman por señas al camarero y le piden que averigüe qué es lo que está tocando el intérprete. El camarero se dirige a donde están los músicos y, al poco rato, regresa con el rostro iluminado por una sonrisa de triunfo y anuncia ruidosamente: Lo que está tocando el intérprete “¡Es el violín!”. 

El faro: [Hay ocasiones en que es urgente cambiar de camino]. 

   El capitán de un barco, de noche, ve unas luces dirigiéndose directamente hacia él, y rápidamente intenta hablar con el otro capitán por radio: -Aquí el capitán del “Invencible”, dirigiéndose al barco inidentificado, estamos en rumbo de colisión, cambie su rumbo 10 grados al sur. Cambio. -Rectifique usted su rumbo 10 grados al norte. 

    Cambio. - ¡Oiga, que soy un capitán, y le ordeno que cambie su rumbo 10 grados al sur! ¡Cambio! -Pues mire, sr. Capitán: yo solo soy un marinero de segunda, pero insisto en que sea usted el que modifique su rumbo 10 grados al norte. Cambio. - ¡Pero es que esto es un portaaviones, y tengo prioridad, y tengo prioridad! ¡Cambio! -Me da igual, capitán…esto es un faro. 

El miedo es general [Herodes tenía miedo del Niño Jesús] 

   En el fragor de la batalla el comandante gritaba a sus soldados: - ¡Adelante! ¿Quién manda aquí…yo o el miedo? Y un soldado, que no podía más de miedo, le contesto: - ¡El miedo! -¿Como que el miedo? -Claro, porque usted será muy comandante, ¡pero el miedo es general! 

Sacerdotes de vacaciones: [Los pastores iban de incógnitos por otro camino]

   Dos sacerdotes decidieron ir a Brasil de vacaciones. Estaban determinados a tomar unas merecidas vacaciones, sin usar nada que pudiera identificarlos como clérigos. Tan pronto el avión aterrizó, se dirigieron a una tienda y adquirieron algunas bermudas, remeras, sandalias y anteojos negros realmente llamativos. A la mañana siguiente bajaron a la playa vestidos con su atuendo turístico. Estaban sentados en sus sillas de playa, bebiendo un trago y disfrutando del sol y el paisaje, cuando una rubia despampanante, en bikini, pasó caminando junto a ellos que no pudieron evitar mirarla con admiración. 

   Al pasar frente a ellos, la rubia sonrió y dijo - "Buen día, Padre", "Buen día, Padre". Saludando y dirigiéndose a cada uno individualmente al hacerlo. Ellos quedaron atónitos. ¿Cómo podía saber ella que somos sacerdotes? De manera que, al día siguiente, ellos regresaron a la tienda y compraron prendas aún más llamativas. 

   Una vez más, con su nuevo atuendo, se ubicaron en sus sillas para disfrutar del sol. Luego de un momento, la misma rubia atractiva, usando un diferente y colorido bikini, volvió a pasar frente a ellos y una vez más los saludó diciendo: - "Buen día, Padre", "Buen día, Padre". Y comenzó a alejarse. Uno de los clérigos no pudo evitarlo y dijo: - "Un momento, señorita" - "¿Si, Padre?" - "Nosotros somos sacerdotes, orgullosos de serlo, pero debo saber ¿cómo es posible que usted sepa que somos clérigos, vestidos como estamos?" Ella replicó: - "Padre, yo soy ¡la Hermana Catalina! 

La luz y la oración: [Para misa con niños] 

   La abuela pregunta a su nieto: ¿Ya rezaste tus oraciones de cada noche? - El nieto le contesta: - por supuesto, abuelita. ¿Y por las mañanas?, le pregunta la abuela… ¡No, porque durante el día no tengo miedo, respondió el nieto!

 

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4 ene 2021, 6:36
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