vaticanes | 10/01/2012 La crisis económica y financiera mundial "puede y deber ser un estímulo para reflexionar sobre la existencia humana y sobre la importancia de la dimensión ética", para elaborar "nuevas reglas que aseguren a todos la posibilidad de vivir dignamente y de desarrollar sus capacidades en beneficio de toda la comunidad". Así lo afirmó el Papa ayer por la mañana, en su discurso a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, a quienes recibió en la Sala Regia con motivo de las felicitaciones de año nuevo. Ante los embajadores de los 179 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas, Benedicto XVI ha recordado que la crisis actual afecta especialmente a los jóvenes, y ... |